Gallegos en el reino del «spanglish»

Tatiana López CORRESPONSAL | NUEVA YORK

TELEVISIÓN

Cróinicas | Cómo hacer las Américas «speaking galego» La película protagonizada por Paz Vega pone de moda a los emigrantes extranjeros en Nueva York, en donde viven miles de nacidos e hijos de nacidos en Galicia

25 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

? My name is Flor ». Es una de las pocas frases que Paz Vega pronuncia en inglés en su debut norteamericano con la película Spanglish , en la que interpreta a una emigrante ilegal mexicana que llega a los EE.?UU. sin hablar una sola palabra de inglés. El gallego Andrés Riola no sale en la película, pero el argumento de su vida es parecido. Hace más de 30 años se escapó del barco donde trabajaba para buscar otra vida: «Baje al puerto de Brooklyn sin saber hablar la lengua de aquí, y todavía no sé más que chapurrearla». Andrés nos habla debajo de una gorra con la palabra USA, lo único que huele a americano en La Casa Vasca, uno de los numeroso bares españoles que salpican las calles de Newark, o como dice Andrés, «Neguar». Esta pequeña ciudad de New Jersey es territorio gallego y portugués. «Tengo una clienta que asegura que necesita más hablar portugués, gallego o español que inglés», apunta Gema, dueña del restaurante y traductora eventual. «A veces acompaño a las amigas a hacer papeleo. Pero para el resto, la verdad, el inglés no nos hace falta». Hispanos Basten unos datos para entendernos: en New Jersey más de 1.100.000 personas, el 13% de la población, son de origen hispano. En New York, casi tres millones de personas mastican la lengua de Cervantes. Riola es uno de tantos que llegó a ser empresario sin saber decir bussines : «Primero trabajé de obrero, pero con los años llegué a montar mi propia empresa. Nunca tuve necesidad de aprender inglés. Con los amigos hablaba gallego y para el resto, castellano. Y aunque hubiese querido tampoco tenía tiempo: trabajaba 12 horas 6 días a la semana». Según Raquel Hornero, profesora de español en New York, cada vez hay menos necesidad de aprender la lengua nativa: «Por una parte, todos los servicios, como contratar el agua o la luz, tienen la versión bilingüe. Por otra, el español se impone como una necesidad. Es el idioma más solicitado en las universidades, por encima del francés y el italiano». Raquel forma parte de un programa educativo que cada año exporta de España a a EE.?UU. 300 profesores, que tienen que luchar con el spanglish , muy arraigado entre dominicanos y puertorriqueños. Entre los gallegos no está tan de moda pasarse al otro lado: «Como mucho, pedimos una soda (refresco), o pagamos una bill (factura)», comenta Riola. Con la policía Las palabras que suenan a dinero son las primeras que se aprenden, otras son lenguas universales: «En una ocasión me paró la policía conduciendo sin carné. No sé cómo me las arreglé, pero conseguí que ni me llevaran preso, ni me pusieran una multa». No opina lo mismo Gema. Ella, que comenzó trabajando en una fábrica de conservas y ahora tiene su propio negocio, ha hecho del inglés una herramienta de trabajo: «Sólo con el español se puede sobrevivir. Pero para los negocios te cuesta la mitad si te dominas sólo con esta lengua», dice.