El surcoreano Kim Ki-duk gana la Espiga de Oro de la Seminci por «Hierro 3»

M.A. Fernández ENVIADO ESPECIAL | VALLADOLID

TELEVISIÓN

NACHO GALLEGO

Pilar Bardem, mejor actriz por meterse en la piel de María Zambrano en «María bonita» La francesa «Los chicos del coro», que se estrena en diciembre, cerró ayer el certamen

30 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El surcoreano Kim-Ki-duk se alzó ayer como triunfador de la 40 Seminci de Valladolid con su película Bin-Jip, que en España se titulará Hierro 3, en referencia al palo de golf del protagonista. La cinta ya había sido reconocida en Venecia, donde su director ganó el León de Plata, pero, pese a ello, las quinielas de la Seminci apuntaban como gran favorita a la extraordinaria 2046, de Wong Kar-wai. Éste tuvo que contentarse con el premio a la mejor fotografía, aunque el jurado de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci), le otorgó el suyo. El resto del palmarés fue recibido con naturalidad, incluido el premio a la mejor actriz Pilar Bardem por encarnar a María Zambrano en la irregular María bonita , de José Luis García Sánchez. Como mejor actor fue distinguido Ricardo Darín por Luna de Avellaneda , de Juan José Campanella. Los únicos aplausos del palmarés, junto a la ganadora, fueron para el italiano Saverio Costanzo por Domicilio privado, que ganó Espiga de Plata. Antes de dar lectura al acta del jurado, su presidente, el guionista y realizador francés Robert Guédiguian, comentó que era más fácil recibir premios que otorgarlos, seguramente en mención a lo complicado que estaba el palmarés este año. Particulares elogios se llevó la sección Tiempo de historia, dedicada al documental, y afianzada en la Seminci como una de las de mayor prestigio en el panorama internacional. La calidad de este año fue notable y el primer premio recayó finalmente en El niño que juega sobre los budas de Bamiyán, del británico Phil Brabsky. El segundo premio fue exaequo para dos producciones españolas: Veinte años no es nada, de Joaquim Jordà, y Las cajas españolas, de Alberto Porlan. Una vez más, la Semana Internacional de Cine de valladolid cumplió sus objetivos y se confirma como el festival de mayor rigor cinematográfico en el panorama español, que el año próximo cumplirá sus bodas de oro. Los homenajes a Amos Gitai y a Imanol Uribe, acompañados de sendas monografías; el ciclo dedicado al Cine chino, sexta generación y al cine suizo, así como la sección Punto de Encuentro, estuvieron a gran altura. La guinda al festival la puso ayer la entrañable película francesa Los chicos del coro, del debutante Christophe Barratier, y que debutará en las pantalla españolas el próximo mes de diciembre. Será, sin duda, todo un acontecimiento y un logrado acercamiento al mundo de la infancia a través de un coro formado en su mayoría por niños huérfanos en la posguerra francesa.