El montaje de «Tosca» trae a A Coruña al gran tenor Francisco Casanova

Antón de Santiago REDACCIÓN

TELEVISIÓN

El segundo título del Festival de Amigos de la Ópera se representa mañana Xosé Manuel Rabón y Xosé Méndez son los responsables de esta producción propia del certamen

27 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El segundo título del Festival de Amigos de la Ópera sube mañana al escenario del Palacio de la Ópera coruñés (habrá otra representación el día 2 en el García Barbón de Vigo) ante una gran expectación. Se trata de una producción propia de la asociación coruñesa que tiene como responsable al también coruñés Xosé Manuel Rabón, con escenografía del compostelano Xosé Méndez. Además, el terceto de cantantes que asumirán los papeles protagonistas de Floria Tosca, Mario Cavaradossi y el barón Scarpia, a saber, Markita Lister, Francisco Casanova y Juan Pons, con claras resonancias del Met neoyorquino, ofrece, a priori, todas las garantías. Añádasele la presencia de Kemal Kahn, que fuera asistente de Levine en el propio Metropolitan y pianista acompañante en el disco de Juan Pons y al que se aplaudió en A Coruña en la última representación de Carmen . Otras prestaciones gallegas son las del Orfeón Terra a Nosa, que dirige Miro Moreira, y el coro infantil y juvenil Cantabile, que dirige Pablo Carballido. Por otro lado Tosca es un título puntero del repertorio desde su estreno en l900. Basada en el drama de Victorien Sardou y economizada al máximo desde el punto de vista teatro-ópera por los libretistas Illica y Giacosa y gracias, especialmente, a la supervisión implacable de Puccini, desarrolla una trama de amor, pasión, celos, compromiso político, lascivia, traiciones, en un contexto histórico y un entorno de choque ideológico e intereses políticos -siempre vigente-, que coloca a los personajes en la tesitura de jugarse la vida hasta extremos inexorables: asesinato, fusilamiento y suicidio. Toda una tentación para un creador de genio como Puccini. La música, en sus cantábiles exquisitos y la urdimbre orquestal, llena de imágenes, el ritmo y la tensión dramática, llevan en volandas, sin pestañear, al espectador hasta el trágico desenlace. Puccini pasó por ser desde siempre el operista más teatral. Pero hay ya autores como Alessandro Barico o José Luis Téllez que advierten en Puccini una anticipación a la técnica narrativa del cine.