«La fama no me va a cambiar»

Barbara Celis D'Amico CORRESPOSAL | NUEVA YORK

TELEVISIÓN

El lobezno de «X-men» regresa a la pantalla grande con su primer papel protagonista mientras se abre camino sobre los escenarios de Broadway

24 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La entrada en el siglo XXI ha estado marcada en Hollywood por el aterrizaje en pantalla de un sin fin de superhéroes del cómic y con ellos, de nuevas caras con las que alimentar el celuloide. Hugh Jackman fue uno de esos nuevos rostros que irrumpió en 2000 precisamente interpretando a Wolferine, uno de los mutantes de los X-Men basados en el cómic homónimo. Aquel papel, dentro de un reparto coral, fue la puerta de entrada de su Australia natal a Hollywood y desde entonces Jackman, de 35 años, se ha instalado de forma más o menos permanente en Estados Unidos, desde donde ha buscado la oportunidad para brillar con luz propia. Tras ejercer como secundario en filmes como Kate and Leopold o Swordfish , un nuevo superhéroe le ha dado la oportunidad que buscaba, aunque esta vez sea un personaje salido de la literatura y no del cómic: Van Helsing, el antagonista del conde Drácula. A Van Helsing, que da titulo a la nueva superproducción de Hollywood que dirige Stephen Sommers, el cine ya lo había retratado en múltiples ocasiones pero sin darle excesivo protagonismo. Esta vez, en cambio, Jackman podrá lucirse ya que es él y no el vampiro el que lleva la voz cantante de un filme en el que además dará caza a Frankenstein y al Hombre Lobo. -¿Por qué escogió este papel? -Me hacía falta demostrar que puedo mantener solo el peso de un filme para obtener mejores ofertas. Por eso necesitaba lucirme como protagonista. -¿Y no le da miedo que le clasifiquen en la sección de actores de acción? -En absoluto, sé que todo llegará. Quiero hacer todo tipo de papeles pero no hay prisa. Y de momento ya he puesto los ojos en un par de producciones independientes pero aún no sé si saldrán. -¿Qué tiene el personaje Van Helsing de especial? -En la película hay un elemento romántico que no había en X-Men . Pero también tiene una parte algo oscura que le convierte en un ser inquietante. Por la naturaleza de su trabajo es un hombre solitario y algo incomprendido, en cierto modo es casi como un asesino a sueldo. Si fuera bueno al 100% sería aburrido. Van Helsing tiene muchos conflictos internos y eso es lo que le convertía en un reto interpretativo. -Entonces ¿no es uno de esos héroes absolutamente buenos a los que nos tiene acostumbrados Hollywood? -En realidad, al igual que a ninguno de nosotros, no se le puede definir en su esencia porque ésta cambia constantemente. Ninguno de nosotros es padre, actor o periodista en su totalidad. Nadie es sólo bueno o sólo malo. Tampoco los monstruos -¿O sea que el ser humano comparte elementos comunes con esos seres imaginarios? -Mi forma de ver la vida es que no hay virtud que nos defina como personas o seres buenos y malos. Todo es relativo. Somos quienes somos dependiendo de quién nos esté definiendo. No somos individuos desconectados el uno del otro, considero que hay una energía común a todos nosotros y los roles que adoptamos en la vida son simplemente límites para poder autodefinirnos. -Está trabajando en el musical de Broadway The Boy from Oz interpretando al cantante y compositor gay australiano Peter Allen, cuya agitada vida terminó a causa del sida. Eso ha provocado que estallen los rumores sobre tu posibles tendencias homosexuales... -Sí, se habla tanto de mí, aunque algunas veces sea para decir tonterías. De todas formas esto significa que ya estoy haciendo carrera. Yo diría que eso es bueno.