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15 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.AYER LO reiteraba Zapatero a Iñaki Gabilondo en la Ser . Quiere que los medios de comunicación públicos sean de todos, plurales, cambien sus contenidos y no estén al servicio de la política partidista. Anunció que un grupo de expertos trabajará en el futuro modelo del ente y que, mientras, nombrará a un director general de RTVE con carácter transitorio. Estaríamos ante una novedad de alcance en casi tres décadas de democracia, porque hasta ahora, en mayor o menor grado, las televisiones públicas son como fincas privadas de los partidos. Es más, se supone que el modelo Zapatero debería aplicarse incluso allí en donde su partido ya gobierna. Hum... Siempre que se habla de una televisión envidiable, las miradas se dirigen a la BBC británica, que incluso encaró a Blair en la guerra de Irak y sus dramáticas derivadas. Antes se miraba a la RAI, pero Berlusconi la tiene contra las cuerdas. Nadie hasta ahora se atrevió a cuestionar el juguete más querido del poder. Es tal el callo de la sociedad en torno a este tema (sobre todo a partir del Prestige , la guerra de Irak, las bombas de Madrid...), tal la percepción de tele pública como sinónimo de manipulación, que la voluntad de Zapatero se antoja más un derroche de ingenuidad que un objetivo posible. Si lograra el milagro, tiene garantizada su canonización... catódica.