TINTÍN Y CORTO MALTÉS son parte de la iconografía del siglo XX a través del cómic, lo que en tiempos fueron historietas y popularmente también llamaban «cuentos». Narrativa dibujada, en este caso de gran altura porque sus creadores son Hergé y Hugo Pratt, artistas con la tinta, pero también estupendos guionistas y grandes viajeros. Sobre ellos y sus ya míticos personajes, fueron sendos documentales de largometraje, ofrecidos por La 2 en La noche temática. Lamentablemente habrán tenido una audiencia restringida, pese a su gran valor no sólo como piezas audiovisuales de trabajada factura, sino como material didáctico de primer orden. En Tintín: el viajero del siglo , doce secuencias referenciadas a través de otras tantas viñetas, sintetizaron la pasión viajera de su autor, el profundo compromiso con su tiempo, su irrenunciable humanismo y su pasión por la aventura. La pluma de Hergé era detallista y rigurosa. En Las trece vidas de Corto Maltés, el personaje compartió espacio con su creador, aunque dando más protagonismo a las viñetas. Fastidia que contenidos de este tipo, que mucho dirían al público joven, se desplacen a una franja minoritaria. A ver: según sus promotores, Noche de fiesta (La Primera) va sobre seguro. Pués que lo desplacen a La 2 y pasen La noche temática al night time de La Primera. Servicio público.