La BBC sobrevive al acoso

Manuel Allende CORRESPONSAL | LONDRES

TELEVISIÓN

MATT DUNHAM

El público y los profesionales del medio defienden que la British Broadcasting Corporation siga siendo un adalid de la imparcialidad.

10 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

En la estructura social y política británica existen dos instituciones que se perpetúan por naturaleza propia, sin que se haya quebrantado desde su inicio la sucesión, las dos reacias a los cambios pero que se han visto en los últimos años abocadas a la modernización:la monarquía y la British Broadcasting Corporation, la BBC. Pero si la monarquía sólo ha producido reyes, mejores o peores, la BBC ha creado una sociedad pluralista. Cuando la BBC inició su andadura con un solo canal BBC One -ahora cuenta con cuatro, más uno de noticias constante BBC 24, cinco emisoras de radio, la página web y la BBC World Service (Servicio Mundial) con millones de seguidores en todo el mundo- su propósito fue el de informar, educar y entretener con el carácter crítico más desarrollado posible, lo que sólo se logra desde la imparcialidad. Tal ha sido el éxito de la dirección de la BBC que en la actualidad ese espíritu crítico a veces se vuelve en contra del propio ente. Cuando se habla con británicos que superan los sesenta años, es común escuchar que la BBC ya no es lo que era, que ahora no es tan profesional, ni tan educativa y que sus trabajadores no alcanzan la talla de genios como Peter Sellers o Dudley Moore. Sin anuncios Lo que ha ocurrido es que la BBC se ha visto obligada a tener que competir en los ránkings de audiencia con las otras emisoras, ITV, Channel 4 y Channel 5, incluso con los medios de comunicación escritos que cada vez más se tiñen de un periodismo frívolo alejado de la reflexión. El primer canal (BBC1) es el encargado de las grandes producciones propias, los informativos como Panorama capaces de conmover la política del país o series exportables como Eastenders , mientras que la segunda, la BBC2, se ha reservado para los programas culturales e informativos en profundidad como Newsnight , o programas más light como concursos o series de humor. El aspecto que más caracteriza a la BBC es su independencia porque está sufragado en su totalidad por el canon televisivo que se paga por poseer un televisor, lo que permite que no haya un solo comercial. El control del gasto es tal que el coste para incluir tres colores en su logo fue debatido en el Parlamento por despilfarro.