«Franco fue incapaz de controlar el cine español»

Rubén Ventureira A CORUÑA

TELEVISIÓN

Entrevista | José Luis Castro de Paz

19 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El único premio para libros sobre el séptimo arte que existe en España, el que concede la Asociación de Historiadores de Cine, lo ha ganado un gallego. La obra elegida es Un cinema herido , escrita por el coruñés José Luis Castro de Paz, profesor de cine de la Universidad de Vigo. «Es una reivindicación del cine español de los años cuarenta. Durante generaciones se ha omitido el periodo que va entre la Guerra Civil y Bienvenido Mr. Marshall , que es de 1951. La omisión llegó tanto desde la derecha como desde la izquierda», explica Castro de Paz. -¿Por qué se han ignorado esos diez años? -Porque se decía que era un cine sin interés, propagandístico. Se ha tirado mucha tinta negra sobre diez años fundamentales de nuestro cine. Son años complejos y turbios, es cierto, pero extraordinariamente interesantes. -¿No es fascista? -Se ruedan 422 películas en ese período, casi el 50% comedia, y el cine propagandístico fascista supone sólo el 2% del total. En los años 40 se adaptaron autores como Antonio Machado, Manuel Machado, Buero Vallejo, Emilia Pardo Bazán, Pío Baroja y Carmen Laforet. En los 40 se produce una de las figuras clave del cine español, Edgar Neville, quien hace un cine que entronca con el de la República. -«Un cinema herido». ¿Por qué no «ignorado»? -Incluso en el cine más escapista, siempre hay lapsus. Como decía Godard, cualquier película es un documental de su rodaje. Incluso contra la voluntad de los autores, la cámara registra el dolor. Aunque se quiera dejar de lado la realidad, por entre los poros de los fotogramas surge la sangre sin querer. La cara de hambre del paisano surge. De ahí lo de Un cinema herido . -¿Huyeron muchos cineastas republicanos? -A diferencia de lo que ocurrió en otras partes, en España se quedan la mayor parte de los cineastas, salvo Buñuel, que en aquella época no era una figura. Neville, Delgado,... todos los grandes cineastas republicanos se quedan. -¿Y por qué Franco dejó hacer? -El cine es un arte demasiado complejo como para que lo controle un mediocre como Franco. Fue incapaz de controlar el cine español de posguerra por su arraigo popular, prebélico. El sainete, el folclore andaluz, estaban muy mal vistos por el régimen. Le recordaban a una República de glorias proletarias. Franco quería un cine de levita, de barba y de traje largo. El régimen estaba en contra de la españolada, porque estaba empapada de republicanismo, que es donde nace ese modelo. -¿Y la censura? -Los censores eran ignorantes. Vida en sombra s, de Llobet Gracia, es brutalmente antifranquista, pero ahí está, es una obra maestra. Había otra forma de censura, que consistía en torpedear el estreno. Ésta es de 1947 y se estrenó en 1952, y para eso en cines de segunda categoría. -¿No teme que este libro sea utilizado por los franquistas para revalorizar el régimen? -Ojo, ojo: hubo dictadura y asesina. No estoy intentado revalorizar el régimen, sino a tipos cultos que pueden hacer cine a pesar de Franco. Es un libro que puede ser utilizado, para mi desgracia, desde el otro lado. Pero yo escribo desde la izquierda. -¿Qué películas de los años 40 nos recomienda? -Además de Vida en sombras , hay muchas más. Por ejemplo, Rojo y negro (1941), prohibida por Franco. Es una película de una extraordinaria modernidad, por falangista, revolucionaria y nacional sindicalista. Una obra maestra absoluta, con música, por cierto, del autor del Cara al sol . O Domingo de carnaval , de Neville, que habla del tráfico de coca y está inspirada en Goya y en las pinturas de Carnaval de Solana. Embrujo , de Carlos Serrano de Osma toma una obra teatral de mucho éxito y, con Manolo Caracol y Lola Flores, hace un discurso rigurosamente vanguardista. En El destino se disculpa , de Sáenz de Heredia, el de Raza , salen todas las lacras de la sociedad.