OPINIÓN | O |
15 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.La taza de café ahí mismo, frío o caliente, pero bien delante. El trago, un ron, escaso pero también, ahí delante. Y el cigarro encendido o apagado, en la boca o las manos, sin falta. Y salta la risa, no la sonrisa, sino la risa franca, la alegría. Está en su salsa, preparado para disfrutar, para reír, hacer chanzas, gozar de la amistad, de los recuerdos. 85, 90 años caballeros, esto es vida. Ríe y disfruta, con los amigos, los admiradores, las mujeres, todos le quieren y con risa alegre disfruta del momento. Una taza de café, un trago, un cigarro y salud y amigos y amores y aplausos y talento, mucho talento. Repilado, Compay Segundo, un campesino de color nacido en La Mata en 1907, nieto de esclava montuna, miembro talentoso de la música de su pueblo, El son montuno , la conduce alegre a los 95 años. Y el son da ritmo, por supuesto a las faldas en Santiago, mueve los pies en La Habana y toda Cuba. Se ríe y nunca llora. Y en Nueva York. Y en Japón. Aquí en Vigo, en Europa, casi no se llora. Os lo juro. ¡¡Saludos Compay!! ¡Hecha!