Desde 1962, más de 2.000 millones de espectadores han visto las aventuras del espía 007 viaja en esta entrega a Corea, Cuba, Islandia y el Reino Unido, entre otros países
21 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Cuarenta años después del estreno de Agente 007 contra el Dr. No , James Bond sigue fiel a su cita en las pantallas con la película que hace el número veinte de la franquicia más veterana y prolífica de la historia del cine, a partir del personaje creado por el escritor Ian Fleming en 1953, tomando como base su aparición en la novela Casino Royale . Una vez que el productor Albert Broccoli compró los derechos del personaje contra la opinión de su socio en aquella época, Irving Allen, desde su aparición en pantalla en 1962, se calcula que el personaje ha llevado al cine a más de 2.000 millones de espectadores en todo el mundo. Muere otro día es la cuarta entrega con Pierce Brosnan, el actor que mejor sienta al famoso personaje después de la gloriosa etapa de Sean Connery y de la discutible transición que supusieron George Lazenby (solamente en Al servicio secreto de Su Majestad , en 1969), Roger Moore y Timothy Dalton. Realizada por el neozelandés Lee Tamahori, autor de Guerreros de antaño o La brigada del sombrero , y coprotagonizada por la oscarizada Halle Berry como una eficaz agente de la CIA, la trama arranca en la frontera entre las dos Coreas cuando Bond es atrapado, torturado, y finalmente condenado a tres años de cárcel bajo la acusación de asesinato. Finalmente liberado, se encuentra con la sorpresa de que su licencia para matar fue revocada, pero sus ansias de venganza hacia el cruel general Zao le meterán en una intensa peripecia para desentrañar los planes imperialistas de un multimillonario con aires de grandeza, y le llevará desde Corea del Norte a Hong Kong y La Habana (con rodaje en Cádiz) pasando por Islandia o Londres, entre otros lugares en la mejor tradición viajera del personaje. El trío de malvados está protagonizado por Rosamund Pikes, Rick Yune y Toby Stephens. Secuencias de acción Guionizada por Neal Purvis y Robert Wade, autores del libreto de la anterior El mundo nunca es suficiente , a pesar de no basarse ya en una novela de Fleming, la trama incluye todos los ingredientes de la serie recurriendo al nada despreciable presupuesto de 120 millones de euros, buena parte de ellos invertidos en espectaculares secuencias de acción, como la filmada en Islandia recreando una impactante persecución. Entre las incidencias ocurridas durante el rodaje, trascendieron a la opinión pública las malas relaciones entre Brosnan y el director. El actor consideraba que Tamahori se mostraba inseguro. No faltan en la trama la ahora habitual M, interpretada por Judi Dench, o el entrañable Q, en la piel de John Cleese, el autor de los famosos gadgets .