Gary Moore evoca la guitarra de Hendrix al frente del trío Scars

Judith Mora LONDRES

TELEVISIÓN

02 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

A sus cincuenta años recién cumplidos, el veterano guitarrista norirlandés Gary Moore resurge del lamento de su último blues convertido en un rockero duro y melódico, al frente de un nuevo trío de músicos que se hace llamar Scars (Cicatrices). El primer trabajo de la banda, que salió ayer a la venta, se nutre de las influencias de cada uno de sus tres componentes, con un referente común: la Band of Gypsies de Jimi Hendrix; la misma que, en 1969, reinventó el sonido del rock. Scars is Gary Moore, Cass Lewis and Darrin Mooney se titula el disco, para que quede claro que el nuevo proyecto es cosa de tres. Como aquel mítico trío de Hendrix, Scars está formado por un bajista, Lewis, ex miembro de Skunk Anansie; el batería Mooney, de Primal Scream, y la guitarra de Gary Moore. Explosivo El resultado de la mezcla es un disco puro y explosivo, en el que los sonidos metálicos conviven en armonía con ritmos más clásicos. Los tres músicos, de gustos afines, se encontraron por instinto cuando buscaban nuevos horizontes. Empezaron a tocar juntos y, como explicó Mooney en la presentación del compacto en Londres, «todo sucedió de forma natural». Lo que pasó es que los tres se inspiraron mutuamente, igual que Hendrix los inspiró antes a todos. Por primera vez en años, Moore cede a sus compañeros parte de su merecido protagonismo musical y este disco, distribuido en España por Dock, suena a auténtico trío. La personalidad de Scars, aún en vías de definición, se refleja sobre todo en los cinco primeros temas: modernos, humeantes, de un heavy alternativo y actual. Hay quien dice que la voz del músico de Belfast en este trabajo es demasiado bluesera para el rock.