Los espectros regresan al castillo

TOMÁS GARCÍA YEBRA MADRID

TELEVISIÓN

Un libro recopila cuentos raros de corte fantástico de autores del siglo XIX como Emilia Pardo Bazán, Galdós o Espronceda Dentro de la colección de raros y curiosos, Círculo de Lectores acaba de publicar «El castillo del espectro», una selección de cuentos del siglo XIX donde junto a los maestros del realismo (Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán) o de los poetas románticos (Espronceda, Bécquer) se dan cita «autores desconocidos que dejaron piezas inolvidables dentro del género fantástico», dijo el compilador de la obra y autor del estudio preliminar, David Roas. «Nuestro país no alumbró grandes autores, pero dio piezas inolvidables», afirmó el recopilador del volumen, que ha sido apadrinado por Luis Mateo Díez.

18 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

A juicio de este experto en literatura fantástica, nuestro país nunca dio grandes maestros en la modalidad, al estilo de Hoffmann, Poe o Maupassant, pues «se consideraba un género menor y nadie se puso a cultivarlo en serio». También influyó «la estrecha vigilancia religiosa a que estaba sometida la sociedad del momento», precisó el académico de la Lengua Luis Mateo Díez, quien apadrinó la obra. Roas hizo hincapié en algunos autores, como Pedro Escamilla, un «tipo extraño, sorprendente», que escribió 400 cuentos entre 1850 y 1890. «No se sabe nada de su vida; algunos piensan que detrás de ese nombre se escondía un autor famoso, pero yo no lo creo». Otro tipo «pintoresco» e «inclasificable», según Roas, es Antonio Ros de Olano. «Pudo haber descollado en el género fantástico, pero estaba medio loco y le dio por publicar unas cosas estrambóticas que nadie entendía». Para el compilador de la obra, Pedro Antonio de Alarcón fue el más dotado de todo el siglo XIX para el relato de corte fantástico. «Su cuento La mujer alta , que recogemos en esta antología, es extraordinario», afirmó Roas. «Ninguno de los grandes escritores del XIX se tomó en serio la literatura fantástica; temían que, si así lo hacían, el público no les tomase en serio a ellos», apostilló. Roas ha catalogado cerca de 1.000 cuentos fantásticos, todos ellos escritos entre 1830 y 1900. «Fue a raíz de la traducción de Edgar Allan Poe al castellano cuando empiezan a florecer este tipo de relatos en nuestro país». Aún así, la proporción con respecto al relato realistas es abismal. En ese mismo periodo se escribieron en España entre 20.000 y 30.000 cuentos realistas. El castillo del espectro incluye 16 títulos. «No sabría decir cuál de ellos es el mejor. Lo que sí es cierto es que algunos han envejecido mejor que otros. La competencia con Stephen King y Freddy Kruger es muy fuerte», comentó irónico Roas, quien ha buceado en decenas de revistas de la época, el lugar donde se publicaban mayoritariamente unos relatos que el pueblo llano consumía con «voracidad». Luis Mateo Díez incidió en la tradición del relato legendario y de «todo tipo de leyendas» en nuestro país.