La última voluntad del Nobel levanta expectación por conocer sus disposiciones sobre el legado del marquesado de Iria Flavia Las malas pero frías relaciones entre el hijo de Camilo José Cela y su viuda, Marina Castaño, afloraron antes de que el cuerpo del Nobel hubiese recibido sepultura. Después del entierro, Camilo José Cela Conde se ha retirado al silencio y Castaño ha dejado claro su intención de gestionar el legado del escritor. Pero la próxima apertura del testamento amenaza con dar un nuevo vuelco en esta historia. La personalidad del Nobel invita a pensar en que el documento puede encerrar sorpresas. La más importante concierne al título del marquesado de Iria Flavia, que corresponde al primogénito, pero el testamento podría variar la sucesión.
26 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Dentro de unos días -o de unas semanas- se abrirá el testamento de Camilo José Cela. Estarán presentes el notario y la familia directa del escritor fallecido. Sus bienes se encuentran perfectamente inventariados (los que pertenecen a la Fundación Cela y los de su patrimonio personal), pero el contenido no ha salido a la luz pública. ¿Habrá sorpresas? Conociendo a don Camilo, todo es posible. Marina Castaño, quien se casó con el escritor en régimen de separación de bienes, asegura que le da «asco» hablar de dinero. Su hijo, Camilo José Cela Conde, dice que le «trae sin cuidado» el testamento porque «ya ha heredado de su padre todo lo que tenía que heredar». Palabras. A la hora de la verdad cada uno luchará por sus intereses. Los hermanos de don Camilo -Maruxa, Ana, Juan Carlos, Jorge y José Luis- han formado una piña en torno al hijo de Cela y de su hija, una niña de doce años que sólo pudo ver a su abuelo dos veces. Una en su bautizo y otra en el hotel Miguel Angel, donde el Nobel le regaló una muñeca. Camilo José Cela Conde se lamenta de la «frontal oposición» de Marina Castaño para que el Nobel viera a la niña. La viuda del escritor sostiene que esta versión no es verdad, que su abuelo estaba dispuesto a recibir a su nieta en cualquier momento, y que fue su hijo quien no la llevaba a su casa. Herencia Aparte las disputas sentimentales y económicas, que bullen cual caldera de Satanás, queda la dignidad nobiliaria. ¿Quién hereda el título de marqués de Iria Flavia? El periodista Alfonso Ussía argumenta que el título debería pasar a la hija de Marina Castaño, pues Camilo José Cela la adoptó como si fuese una hija. Esto, en principio, no tiene fundamento legal. Según el especialista en heráldica y genealogía José Luis Sampedro Escolar, el título lo hereda el primogénito, a no ser que en el testamento «haya un documento firmado por el rey don Juan Carlos donde el monarca autoriza a Camilo José Cela a transmitir su título a quien crea conveniente». Esto se lo tuvo que haber pedido Cela en vida. Si no existe «testificación escrita u oral, siempre avalada por el Rey, el título lo heredará Camilo José Cela Conde», afirma Sampedro Escolar. Marina Castaño será, hasta que muera, marquesa viuda de Iria de Flavia. «La hija de Marina Castaño, Laura, no puede ser receptora del título, a no ser que en el testamento -o en un documento público que pudiera aparecer por los cajones- se haga mención expresa de ello», reitera el genealogista. Lo que diga al respecto el testamento del Nobel despejará las especulaciones. En todo caso, Castaño ha afirmado en público que el título debe corresponder a Cela Conde. Al poco de casarse Cela con Marina Castaño, el hijo del escritor vendió sus acciones y dejó de pertenecer a Camilo José Cela Producciones, una sociedad familiar que habían creado padre, hijo y Rosario Conde, primera mujer del Nobel. La ex-mujer de Cela también vendió sus acciones a cambio de una pensión (5.000 euros mensuales), cifra que, según el hijo, nunca llegaba a cobrar en su totalidad. Todo esto -y mucho más- saldrá el día que el notario abra la caja de los truenos.