Gijón, el «Sundance» español

Pablo González
PABLO GONZÁLEZ A CORUÑA

TELEVISIÓN

El festival asturiano se consolida como cita ineludible para el cine independiente Que nadie espere glamour o estrellas de la galaxia Hollywood, porque en la 38 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón no va a haber nada de esto. Este certamen norteño se consolida como una cita para el cine independiente en España, siguiendo los pasos del festival de Sundance, dirigido por Robert Redford. A falta de glamour, a partir del viernes y hasta el 1 de diciembre sí habrá platos fuertes difíciles de digerir para los políticamente correctos: el estreno de un documental sobre los Sex Pistols y una película retirada de las salas francesas con una comprometida traducción: «Baise moi» (Fóllame).

21 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Después de haber pasado graves crisis de identidad, el festival que dio sus primeros pasos orientado hacia el público juvenil ha encontrado un filón poco explotado en el cine independiente, como competencia complementaria del festival de Ourense. La dirección de José Luis Cienfuegos ha tenido mucho que ver en esta apuesta arriesgada y verdaderamente independiente, pues sólo recibe cuatro millones del Ministerio de Cultura. En esta línea, películas que ahora pueden calificarse de culto como Boys don''t cry o A flor de piel, fueron estrenadas en su momento en la ciudad asturiana. No obstante, el certamen se mantiene fiel a sus orígenes con un panorama de las últimas producciones de temática infantil y juvenil, englobadas en el ciclo Enfants Terribles, planeado en sesión matinal para que asistan los escolares. La cita cinematográfica presenta en su sección oficial doce largos y otros doce cortometrajes, convirtiéndose en uno de los escasos foros, junto con Bilbao, en los que se proyecta este formato. Paralelamente, el festival reivindica su carácter multidisciplinar con conciertos de rock independiente, exposiciones y cursos académicos.