La nueva legislatura será crucial para diseñar la nueva PAC de la que depende el medio rural

Cristina Porteiro

La Eurocámara acaba de dar el pistoletazo de salida a su novena legislatura. Cinco años que serán cruciales para el campo gallego. A la sangría demográfica que vive la región, la pérdida y abandono del medio rural y la falta de perspectivas de los jóvenes se suma el reto de ponerle chasis y ruedas nuevas a la Política Agraria Comunitaria (PAC), en plena reforma. Aunque los andamios ya están puestos, las negociaciones siguen (lentamente) su curso en Bruselas. El brexit y la ausencia de unos presupuestos europeos para el periodo 2021-2027 han aparcado buena parte del trabajo en el que Galicia no participará de forma activa. El reparto de escaños por comisiones parlamentarias ha dejado a la Comunidad sin un solo eurodiputado gallego en la sala.

La oportunidad perdida para el campo gallego se llama Nicolás González. El socialista y ex primer teniente de alcalde de Lalín, el municipio con mayor número de vacas lecheras de Galicia, se ha enrolado en la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Ni siquiera acudirá como suplente a las sesiones de agricultura así que tendrá que confiar en el buen hacer de su experimentada compañera de filas, la andaluza Clara Aguilera, quien hasta ahora ocupó la vicepresidencia de esa comisión.

Lo mismo ocurre con Francisco Millán Mon. El popular pontevedrés repetirá esta legislatura en la Comisión de Asuntos Exteriores y en la Comisión Pesca, dos carteras que se conoce al dedillo. Admite que «Galicia se juega mucho en la reforma de la PAC», pero saca hierro a la ausencia de gallegos. Confía en que sus compañeros de partido defenderán los intereses de la región «en sectores tan sensibles como el lácteo y el vinícola». Eso dependerá de las ganas que le eche el ex ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, portavoz de los populares españoles en Agricultura. Una mala noticia para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), quienes no guardan un buen recuerdo de él. Exigieron su dimisión en el 2017 por acusar a los propios profesionales de los robos en plantaciones. Millán Món asegura que no cambiarán las líneas trazadas en la última legislatura: Exigirán «retribuciones justas» para los ganaderos y «medidas de intervención ágiles y eficaces» para evitar las crisis producidas por las oscilaciones de los precios de la leche o la subida de la energía y fertilizantes.

La nacionalista Ana Miranda ocupará una plaza de suplente dentro de tres años La nacionalista del BNG, Ana Miranda, será la única que tendrá acceso a esta comisión. Según confirma la propia portavoz, ocupará una plaza de suplente dentro de tres años, cuando tome el relevo en el escaño que comparte con Pernando Barrena (EH Bildu). «Hai que estar si ou si (…) É ineludible», asegura. Y es que los desafíos que vienen por delante son colosales. Lo más urgente: Luchar contra la despoblación y el abandono del medio rural. «Hai que incentivar a instalación de xente nova ou que, a que está, siga traballando con prezos xustos (…) Están a pechar arredor de 20 explotacións ó mes», alerta Miranda, antes de poner la lupa sobre el problema de escasez de superficie agraria en Galicia, la mala gestión forestal, la amenaza de la minería, la dificultad de acceso a las ayudas europeas y hasta los obstáculos en la comercialización de productos: «Hai ben pouco estiven nunha fábrica de queixos e foi chocante escoitar que exportan a maioría ó Reino Unido e Australia. Teñen moitas dificultades para vendelos aquí porque as distribuidoras non collen os productos e os prezos son moi baixos», explica.

Con estas perspectivas, Galicia se queda sin un estandarte que defienda los intereses de su agro en un momento crucial. No obstante, el sector agrícola es lo suficientemente complejo y diverso como para ceñir la defensa del campo gallego al trabajo que se desarrolle en la Comisión de Agricultura. Las normativas medioambientales, la transformación industrial, la digitalización o la firma de acuerdos de libre comercio son tan importantes como la reforma de la PAC para el futuro de las explotaciones gallegas. 

Alemania toma las riendas

¿Quién estará al frente de la Comisión de Agricultura? El conservador alemán Norbert Lins (42 años), miembro del partido de la canciller alemana, Angela Merkel. Lins no es un extraño para quienes conocen la Eurocámara. Ocupó un escaño en la pasada legislatura como miembro de la Comisión de Medioambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria antes de pasar a Agricultura y Desarrollo Rural (2017). También formó parte del grupo de eurodiputados que investigó el proceso de autorización de ciertos pesticidas, como el glifosato.

Una de las caras nuevas que se incorporan por parte española a la Comisión de Agricultura es la de la conquense Mazaly Aguilar. A la eurodiputada de Vox, economista y profesora de universidad, no se le conoce experiencia en la materia. No hay que olvidar que su partido concurrió a las elecciones defendiendo un «plan de segundas oportunidades» para los territorios agrícolas abandonados para facilitar el relevo generacional. Sin especificar, eso sí, si solo se aplicaría a la figura del agricultor activo. Su estreno en la Eurocámara llegó rodeado de polémica por el cordón sanitario que las fuerzas progresistas le han querido extender para evitar que consiguiese la vicepresidencia tercera de la Comisión. La votación fue aplazada para la semana próxima.