La increíble historia de la portera que se encontró un Picasso: «Nadie preguntaba, la verdad»
SOCIEDAD
Dolores, que lleva trabajando en una comunidad del centro de Madrid desde hace 20 años, se llevó el susto de su vida. El paquete que se encontró en el portal era en realidad una obra del artista malagueño
01 nov 2025 . Actualizado a las 12:42 h.Ella es la gran protagonista. Dolores nunca pensó que guardarle un paquete a un vecino la convertiría en la mujer del momento. Esta peruana de 69 años, que trabaja en un edificio en el barrio madrileño de Chamartín, aún no se ha recuperado del susto.
Todo empezó el 6 de octubre cuando Dolores encontró un paquete apoyado en una pared del portal de la comunidad en el que trabaja desde hace 20 años. «Alguien se lo ha olvidado». Ese fue su primer pensamiento así que, pensando que era de un vecino, se lo llevó dentro de la portería. Llegó a razonar que podía ser un espejo -Dolores también regenta un quiosco y tiene experiencia con los paquetes-, así que lo protegió bien. «Nadie preguntaba, la verdad. Los días fueron pasando y yo me olvidé».
Fue su marido, Armando, quien al ver el caso del Picasso olvidado en las noticias, y en concreto que se había perdido en la misma calle, quién se dio cuenta de la confusión. «Me dijo: ¿has visto las noticias de un cuatro y pone Pio XII? Y le digo: yo me encontré este paquete. Así que llamamos a la policía», relata Dolores a la agencia Atlas. «Flaco, a la entrada me encontré eso», le dijo ya con el susto en el cuerpo a su esposo.
Se trataba en realidad de un pequeño cuadro de Picasso, Naturaleza muerta con guitarra, valorado en 600 mil euros, que nunca llegó a una exposición en Granada. La empresa de transportes que tenía que recogerlo en el centro de Madrid junto a otras obras de arte para llevarlas a un almacén se lo dejó en la calle.
El entuerto podría haber terminado ahí, pero después llegó el disgusto. Como todavía estaba en alto el imponente robo de joyas en el Louvre, en París, la portera se vio interrogada por la policía el pasado 24 de octubre. «Me hicieron preguntas y más preguntas, que eran de la científica o algo así». Incluso llegó a mostrar el cuadro con toda naturalidad a los agentes a lo que ellos le gritaron que no lo tocasen.
«Yo pensé que era entregarles el paquete sin más», dice la portera aún con el susto en el cuerpo.
Una pérdida de película
Naturaleza muerta con guitarra, de Pablo Picasso, formaba parte de un conjunto de piezas que iban a ser expuestas en Granada, en el marco de la muestra Bodegón | La eternidad de lo inerte, programada por el Centro Cultural CajaGranada. Este cuadro estuvo almacenado en Madrid junto al resto de obras. Eran 56, pero solo 55 llegaron.
La investigación se abrió cuando CajaGranada Fundación advirtió el 6 de octubre, tras la llegada de la mercancía, que Naturaleza muerta con guitarra —de unas dimensiones de 12,7 x 9,8 centímetros y procedente de una colección particular— no se encontraba entre el material recibido. En realidad, los transportistas se lo habían dejado olvidado.