Cinco claves para entender el polémico vertido de aguas de Fukushima

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¿De dónde viene el agua contaminada y por qué se tira ahora al mar? ¿Cómo se depura? ¿Por qué protestan los pescadores y China?

24 ago 2023 . Actualizado a las 22:42 h.

Japón comenzó este jueves a verter al Pacífico agua contaminada procedente de la accidentada planta nuclear de Fukushima tras ser tratada para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos, un proceso que estará supervisado por expertos internacionales para garantizar su seguridad. Estas son algunas de las principales cuestiones acerca del vertido, que ha recibido el visto bueno del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), pero que sigue contando con el rechazo de la industria pesquera nipona, de organizaciones ecologistas y del Gobierno de China, entre otras voces.

¿De dónde viene el agua contaminada?

Durante la crisis nuclear desencadenada por el terremoto y el tsunami del 2011 la operadora de la planta comenzó a inyectar agua marina en los reactores para enfriar el combustible atómico y evitar una catástrofe mayor. A esto se suma el agua de lluvia y de los acuíferos subterráneos que durante todos estos años ha penetrado en los edificios dañados de los reactores. Todas estas aguas resultan contaminadas tras entrar en contacto con los materiales altamente radiactivos, pero al extraerlas se tratan para retirarles la mayor parte de los radionucleidos. Luego se almacenan en grandes tanques en el recinto de Fukushima Daiichi.

¿Por qué va a tirarse al mar?

En la central se acumulan unos 1,34 millones de toneladas de agua contaminada y procesada en más de un millar de bidones, una cantidad que continúa aumentando. Tokyo Electric Power (Tepco), la operadora de la planta, estima que el espacio para albergar nuevos tanques en las instalaciones nucleares se agotará en el 2024. Con la perspectiva de «limpiar» de residuos radiactivos la zona que ocupa actualmente la central a largo plazo dentro del proceso de desmantelamiento, las autoridades japonesas estudiaron distintas opciones para deshacerse del agua contaminada y, finalmente, se decantaron por el vertido controlado. Consideraron esta opción más viable y más segura frente a otras de más complejidad técnica que, según los expertos, conllevaban además mayores riesgos, como la infiltración subterránea o su vaporización.

¿Cómo se depura el agua?

El agua contaminada es tratada en un circuito llamado ALPS (Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos), capaz de retirar por completo 62 tipos de materiales radiactivos, a excepción del tritio y del carbono-14. El líquido es procesado tantas veces como sea necesario hasta que los residuos radiactivos cumplen los límites regulatorios y, a continuación, se diluye en agua marina para rebajar aún más la proporción de tritio, el principal elemento restante en el agua.

¿Quién vigila la seguridad del vertido?

La operadora de la planta toma distintas muestras del agua procesada en distintas fases del sistema ALPS y antes de su descarga al mar. Estas muestras son analizadas por la propia Tepco y también por la OIEA, que cuenta con un instalaciones propias en Fukushima Daiichi para supervisar todo el proceso. Se toman asimismo muestras de agua marina, algas y peces y sedimentos marinos en distintos puntos alrededor de la central, situada en primera línea de costa, antes y durante el vertido, que son analizadas por Tepco, el regulador nuclear nipón, la OIEA y laboratorios independientes de otros países. Si se detectan niveles de elementos radiactivos por encima de los límites establecidos por las autoridades niponas—-basados en los estándares internacionales de seguridad para la industria nuclear—, Tepco procedería a cerrar los conductos de agua procesada que desembocan en el mar. La operadora de la planta cuenta asimismo con protocolos de seguridad para distintos escenarios que tienen en cuenta terremotos, tsunamis, tifones o fallos del sistema de procesado. En cualquiera de estos casos se activaría un cierre automático de las canalizaciones o se procedería a su bloqueo manual para evitar que aguas excesivamente contaminadas fueran a parar al mar.

¿Quién se opone al vertido?

La federación nacional de cooperativas pesqueras mantiene un firme rechazo al plan del vertido. Su principal argumento es que la medida impedirá que los pescadores de Fukushima puedan librarse del estigma radiactivo que pesa sobre sus capturas desde el 2011. También se han posicionado contra el vertido parte de la sociedad nipona, voces de la comunidad científica internacional y organizaciones ecologistas como Greenpeace, que consideran insuficientes las garantías de seguridad presentadas. Algunos países vecinos han expresado además inquietud por el vertido, entre ellos China, que ha apuntado a un posible endurecimiento de sus restricciones a los productos pesqueros nipones. El territorio autónomo de Hong Kong ha prohibido las importaciones de este tipo de una decena de prefecturas japonesas.