Rosa para Letizia y blanco para las alegres mujeres Windsor en la coronación de Carlos III
SOCIEDAD
Ninguna tiara, joyas discretas y muchos sombreros para la ceremonia religiosa en la que fue entronizado el nuevo rey
07 may 2023 . Actualizado a las 09:19 h.Las de Carlos y Camila fueron las únicas cabezas coronadas en el día de la entronización del nuevo rey de Inglaterra. Entre el resto de los invitados no hubo tiaras, pero sí sombreros, joyas discretas y trajes cortos de día para las mujeres en una ceremonia que, pese a su pompa, estaba concebida para ser más sobria que la que hace setenta años protagonizó Isabel II. Su hijo y sucesor fue acompañado por destacadas personalidades que se vistieron para la ocasión.
Uno de los modelos más llamativos y elegantes de la ceremonia fue el traje de dos piezas en color rosa chicle de la reina Letizia, que volvió a confiar en la diseñadora Carolina Herrera. Estaba compuesto por una chaqueta con cuello redondo, bordados en el cuello y volantes en la cintura con una falda recta de corte a media pierna. En la cabeza llevaba un llamativo sombrero de color beige cubierto por una red en el mismo color rosa, un tono que repetía en sus zapatos. Como joyas, eligió unos pendientes del joyero real que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia, madrina y bisabuela de Felipe VI y nieta de la reina Victoria de Inglaterra.
Las principales mujeres de la casa Windsor parecen haberse puesto de acuerdo para vestir de color marfil, de la reina Camila a la princesa de Gales y la duquesa de Edimburgo. Kate Middleton ya había anunciado que no llevaría tiara, sino flores en su cabeza. Y así lo hizo. Eligió una original diadema del joyero Jeff Collette para Alexander McQueen, con hojas bordadas en hilo de plata y cristal, para adornar su recogido trenzado. De McQueen era su vestido, lo que confirma su fidelidad a la famosa marca británica en la que confía en muchas de sus ocasiones más especiales. Eligió esta vez un vestido en crepe de seda en color marfil, con bordados plateados y motivos de flores representativas de todas las naciones del Reino Unido, con rosas, cardos, narcisos y tréboles. En las joyas de Kate Middleton estuvo presente la memoria de la anterior princesa de Gales. Los pendientes de perlas y diamantes eran unos de los favoritos de su suegra, Diana.
Guillermo, príncipe de Gales, vistió uniforme militar de coronel de los guardias irlandeses, y tanto él como su esposa cubrieron su atuendo con un vistoso manto de la Orden de la Jarretera, la máxima distinción británica, inspirada en los caballeros de la mesa redonda.
La hija de los príncipes de Gales, la pequeña Carlota, lució un vestido y un tocado a juego con su madre del mismo diseñador, pero más discreto.
En cuanto a la reina Camila, llevó dos piezas de alta costura fabricadas en exclusiva por el modista británico Bruce Oldfield, que fue también uno de los favoritos de la princesa Diana. Se trataba de un abrigo con cola que llevaba por encima de un vestido, salpicados ambos por pedrería en oro y plata que representaban motivos florales, más llamativos en los hombros. En el cuello lucía el collar de la coronación, una pieza de 25 enormes diamantes que data de principios del siglo XIX y fue usado por varias reinas consortes para subir al trono, la última de ellas la reina madre.
En coincidencia con la casa real anfitriona, otras mujeres de la realeza coincidieron en lucir color blanco o marfil para la ceremonia. Entre ellas Máxima de Holanda, Rania de Jordania y Charlene de Mónaco, que apostaron por un atuendo monocolor.
La princesa Ana ha vestido uniforme militar como Coronel de los Blues and Royals en el regimiento de Caballería.
También estuvieron presentes numerosas casas reales europeas, ex primeros ministros y representantes de diferentes religiones e instituciones sociales. Asistieron, asimismo, celebridades como la cantante Katy Perry, que se hizo numerosas fotos con los asistentes a la ceremonia; el músico Nick Cave y la actriz Emma Thompson.
Como se había anunciado, en la ceremonia estuvo presente el príncipe Enrique, apartado y sentado en tercera fila en la abadía mientras su hermano desempeñaba un papel primordial jurando lealtad al rey. Vestido chaqué y sin uniforme militar, estuvo acompañado por sus primas Eugenia y Beatriz, hijas del príncipe Andrés. Este también estuvo sentado en tercera fila y acudió ataviado con el manto de la Jarretera.
Según la prensa británica, el duque de Sussex no regresó con su familia a palacio y tomó un avión de regreso a California nada más acabar la ceremonia para volver con su mujer e hijos.