Woody Harrelson y Justin Theroux convierten el caso Watergate en una comedia

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Los actores Woody Harrelson y Justin Theroux en una escena de la serie «Los fontaneros de la Casa Blanca».
Los actores Woody Harrelson y Justin Theroux en una escena de la serie «Los fontaneros de la Casa Blanca». HBO Max | EFE

La serie «Los fontaneros de la Casa Blanca», creada por David Mandel, ya está disponible en HBO

03 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

David Mandel (The Veep) plasma en su nueva serie, Los fontaneros de la Casa Blanca, historia de Watergate, uno de los mayores escándalos políticos de Estados Unidos. Lo hace en clave de humor, porque «la comedia es una manera refrescante» de verlo, afirma en una entrevista concedida a Efe. «Al ponerte en los ojos de los asaltantes lo ves como realmente fue, muy divertido», continúa.

La ficción, que ya se encuentra disponible en HBO, está protagonizada por Woody Harrelson y Justin Theroux. Interpretan a los dos hombres que organizaron el robo de los documentos de la sede del Comité Nacional Demócrata. Exagentes de la CIA y el FBI respectivamente, ambos fueron contratados por la Casa Blanca para operaciones encubiertas y su primera misión, en 1971, fue entrar en la oficina del psiquiatra del analista militar Daniel Ellsberg para buscar documentos que pudieran comprometerle.

No salió bien y a pesar de ello la pareja aterrizó después en el Comité para la Reelección del Presidente, donde obtuvo nuevos encargos, entre ellos el espionaje a los demócratas en el complejo Watergate. «Hemos oído hablar mucho del asalto, pero no hemos escuchado a los tipos que lo protagonizaron. Queríamos saber cómo eran antes de que ocurriera, por qué lo hicieron y cómo impactó en sus vidas», explica Mandel. Al creador le gusta definir esta historia «como una tragedia muy divertida» en la que «no puedes evitar reírte».

«Encuentro a mi personaje bastante reprobable como ser humano», señala Harrelson, que en cambio se confiesa «enamorado» del que le ha tocado a su compañero de reparto, Liddy, un carismático abogado fascinado por la figura de Hitler, que trabajó en el FBI y acabó reconvertido en actor y anfitrión de un programa de entrevistas.

«Eran dos tipos con unos egos gigantes, entrenados de maneras muy diferentes y tratando de hacer algo juntos, probablemente esa es la razón de su estrepitoso fracaso», opina Theroux, que define la relación entre ambos como un «romance entre colegas».