Robert Oppenheimer, el genio denostado y arrepentido de la bomba atómica

Álvaro Soto MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El científico Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica
El científico Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica

Una biografía y una película dirigida por Christopher Nolan recuerdan la figura del físico de origen alemán

21 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Robert Oppenheimer (Nueva York, 1904-Princeton, 1967) fue el padre de la bomba atómica como científico jefe del Programa Manhattan. De su excepcional inteligencia, y de la de decenas de colegas suyos, nacieron las letales armas que finiquitaron la Segunda Guerra Mundial, al precio de exterminar 180.000 vidas en dos pequeñas ciudades japonesas. A la altura de 1945, Oppenheimer era el nuevo héroe americano, pero sus dudas posteriores sobre la proliferación del armamento nuclear y su pasado izquierdista acabaron con su carrera en los años de la caza de brujas en Estados Unidos. Una excepcional biografía que ganó hace 15 años el Pulitzer y que ahora se publica en España, Prometeo americano (Debate), escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin, ha servido como base para Oppenheimer, la película biográfica de Christopher Nolan que se estrenará en julio y que devolverá al primer plano a un personaje que alberga como pocos todas las contradicciones del siglo XX.

Nacido en una rica familia judía de origen alemán, Oppenheimer fue un joven prodigio que destacaba tanto en letras como en ciencias. Políglota y amante de la poesía de Baudelaire y de la filosofía oriental, su extrema sensibilidad hizo de él en una persona depresiva toda su vida. La física fue el alivio para sus nubes negras y las mejores universidades del mundo (Harvard, el Instituto Tecnológico de California, Berkeley y Gotinga, en Alemania, entre otras) vieron florecer su talento. En los agitados 30, Oppenheimer se vinculó a las causas de la izquierda, sobre todo tras conocer a Jean Tatlock, una psiquiatra comunista de la que fue amante y que se suicidó a los 30 años. El compromiso del científico se tradujo en donaciones a los republicanos españoles y en un marcado apoyo al New Deal, pero nunca militó en el partido e incluso lo crítico públicamente, aunque 20 años más tarde el macartismo retorciera todas las evidencias para presentarlo como un peligroso radical.

En 1942 Oppenheimer fue elegido por el Gobierno de Estados Unidos para encabezar el Proyecto Manhattan, que desde el laboratorio de Los Álamos, en Nuevo México, inició una carrera contra los nazis para diseñar una bomba que permitiera ganar la guerra. Little Boy, que cayó en Hiroshima, y Fat Man, en Nagasaki, sellaron la victoria norteamericana en la gran contienda, pero abrieron una discusión ética sobre las armas nucleares.

En los tiempos de blanco o negro del macartismo, la postura de Oppenheimer contra el desarrollo de una todavía más poderosa bomba de hidrógeno lo convirtió en sospechoso y sus ideas izquierdistas de juventud terminaron de condenarlo. No le sirvió ni el apoyo de su amigo Albert Einstein. Fue espiado por el FBI y sometido a un comité inquisitorial que determinó que era un peligro para la seguridad nacional. Aunque casi una década después, en 1962, fue rehabilitado por Kennedy, aquel juicio sumario lo persiguió hasta que murió por un cáncer de garganta en 1967.