Muere Paco Merino, el médico don Vicente de «Cuéntame» y el intérprete de otros mil papeles

Oskar Belategui MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El actor Francisco Merino
El actor Francisco Merino AISGE

Una enfermedad neurodegenerativa le había obligado hace unos años a abandonar su puesto fijo en la Compañía Nacional de Teatro Clásico

09 oct 2022 . Actualizado a las 18:09 h.

Francisco Merino, Paco Merino, calculaba que en televisión podía haber tenido, por lo bajo, más de mil apariciones. Cuando más salió era en la época dorada de los Estudios 1, adaptaciones de obras teatrales que TVE realizaba con los mejores actores de la época. El cine, decía, era el que peor le había tratado, aunque la nómina de directores con los que trabajó, siempre como actor de reparto, no tiene desperdicio: Manuel Gutiérrez Aragón, Víctor Erice, Carlos Saura, Luis García Berlanga, José Luis Garci, Fernando Colomo, Pilar Miró... Su primera película, Los que no fuimos a la guerra, de Julio Diamante, es de 1960.

Paco Merino murió este domingo a los 91 años, según informó la Unión de Actores y Actrices. Una enfermedad degenerativa le había obligado hace unos años a abandonar su puesto fijo en el elenco de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. «Las facultades no me permitían estar todo lo bien que yo me exijo a mí mismo», justificó. La última vez que le vimos en una pantalla fue hace siete años en Cuéntame, donde encarnaba al médico Don Vicente. Poco antes había dado vida al mismísimo Francisco Franco en la serie El Rey, un personaje que ya había encarnado años atrás en Adolfo Suárez, el presidente.

«Creo que soy el actor que más ha trabajado en España», afirmaba. «Nunca me ha faltado el trabajo y no dejaré de hacerlo mientras pueda porque es mi vida, pero soy un actor invisible porque no frecuento corrillos y cuando hay una foto yo me coloco detrás». Nacido en Madrid en 1931, Merino se pasaba las tardes de chaval metido en salas de barrio devorando películas de gángsters en blanco y negro. Dejó de estudiar a los 14 años y trabajó en un banco y en un laboratorio hasta que empezó en el teatro y se preparó en la primera promoción de la Escuela de Arte Dramático. «No tengo más que estudios primarios, pero a los 14 años empecé a leer y no he parado», recordaba. «Pasé de leer tebeos a Dostoievski, es lo que nos pasa a los autodidactas, vamos a saltos».

Paco Merino es de esos actores que quizá no suenan por el nombre, pero en cuanto ves su rostro lo identificas de inmediato. No hay serie en la que no haya figurado: Curro Jiménez, Brigada Central, La forja de un rebelde, El Quijote, Truhanes, La Regenta, Farmacia de guardia, ¡Ay, señor, señor!, Manos a la obra, Siete vidas, Los Serrano, El Internado, Águila Roja, Hospital Central... En los escenarios le dirigieron luminarias como Adolfo Marsillach, José Carlos Plaza, Lluís Pasqual y Calixto Bieito. De todas sus películas, solía recordar en las entrevistas una obra maestra, El Sur, en la que Víctor Erice le filmó en blanco y negro dentro de otra película, como si fuera uno de esos personajes que veía de niño en salas de cine alfombradas de cáscaras de pipas.

El Dorado, de Carlos Saura, y Un Franco, 14 pesetas también se contaban entre las favoritas del intérprete, Premio de la Unión de Actores a toda una vida en 2008, al que Manuel Gutiérrez Aragón llamaba siempre que encontraba un papelito en el reparto: La mitad del cielo, Demonios en el jardín, Maravillas, El caballero Don Quijote... Cuando la entidad de gestión AISGE pidió a actores que escribieran sus memorias, Paco Merino tituló las suyas El actor y las hadas. «Sucede que yo he vivido épocas raras, por no decir malas, así que todo cuanto escribía era tristísimo, como propio de Dickens», contó en la presentación. «Hasta que me rebelé, rompí lo escrito y me entregué a las hadas que estaban en los escenarios y los platós».