El primer año de la pandemia recortó un 25 % el progreso de los niños en Matemáticas

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

SOCIEDAD

Alumnos del IES Muralla de Lugo durante una clase
Alumnos del IES Muralla de Lugo durante una clase OSCAR CELA

Los escolares españoles, pese a las dificultades, perdieron la mitad de aprendizaje que los del resto de Europa

16 mar 2022 . Actualizado a las 14:00 h.

La buena gestión realizada por las autoridades educativas y sanitarias españolas, tanto como autonómicas, durante los momentos más duros de la pandemia de coronavirus logró que los alumnos españoles perdiesen durante el cierre de colegios e institutos solo la mitad de saberes que los escolares de la mayoría de países desarrollados.

Así lo desvela un informe elaborado por Esade y Cotec, que compara los datos de las pruebas externas de diagnóstico hechas por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa a todos los alumnos de segundo de la ESO de Euskadi en marzo de 2021 -un año después de cierre de centros educativos con el primer estado de alarma- con la evaluación idéntica realizada a los estudiantes de este curso en 2019 y a los de cuarto de Primaria en 2017. Los expertos consideran que los resultados de evaluación vasca, la única realizada en España para determinar el daño escolar por el coronavirus, son, a grandes rasgos, válidos para el resto del país, pues todo el sistema educativo siguió una estrategia muy similar ante la crisis.

El chequeo indica que la pérdida de aprendizaje de los estudiantes españoles por la suspensión durante casi tres meses de 2020 de las clases presenciales supuso un retroceso de conocimientos equivalente a un 13% del curso, más o menos la cantidad de saberes que se adquiere en un mes y medio lectivo. Este déficit de aprendizaje es la mitad del detectado en buena parte de los países más desarrollados que lo han medido.

La razón fundamental, explica Lucas Gortázar, director de Educación de Esade, es que España fue uno de los países que logró mantener menos tiempo cerrados los centros educativos, que en el peor de los casos volvieron a abrir en septiembre de 2020 y que ya no echaron la persiana ni en los momentos más críticos de las olas sucesivas. Fue el cuarto país de la OCDE más rápido en reabrir. «Se debe a un recuperación parcial del aprendizaje perdido tras la eficiente reapertura de los centros, muy superior y rápida a la del resto de la OCDE. Los resultados muestran que la reapertura escolar del curso 2020/21 contribuyó a paliar parte de los efectos negativos del confinamiento sobre los alumnos», resumió.

Más daños en Matemáticas

El análisis aclara, no obstante, que la pérdida de conocimientos durante el primer año de la pandemia varió notablemente según la materia. Mientras en Lengua Castellana el retroceso de los alumnos fue casi inexistente (se recuperó sin problema), en Matemáticas el déficit general llegó al 25%, la cuarta parte de lo que se aprende en un curso. De todas formas, mientras en el mismo colegio o instituto no se aprecian diferencias entre los alumnos más o menos vulnerables económicamente, sí que se ve que quien sufre una pérdida mayor de aprendizaje es quien antes del covid tenía mejores resultados académicos. Se podría explicar por la simplificación de currículos adoptada en el retorno para facilitar el aprendizaje general de lo esencial.

No solo las materias presentan diferencias. También hay notables distancias entre centros públicos y concertados. Mientras en los concertados la pérdida de saberes de Matemáticas se reduce a un 7%, en los institutos públicos es del 54%, la mitad de un curso. Los expertos creen que este mejor resultado de los concertados se debe a que los docentes tuvieron que hacer un mayor esfuerzo para justificarse ante unos padres que todos los meses pagan cuotas, a que los centros tienen una mayor autonomía a la hora de tomar decisiones en caso de imprevistos y a que llevaban ventaja en la docencia online y la digitalización de centros y alumnos. Pese a ello, hay que hacer una salvedad que puede introducir un cierto sesgo en los resultados. En Euskadi la concertada es la mitad del sistema. Los centros públicos solo abarcan el 51% de los alumnos de la ESO frente al casi 68% de media en el resto de comunidades.

El trabajo también recoge datos sobre el bienestar socioemocional de los alumnos durante la pandemia. La encuesta entre adolescentes vascos señala que los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente y con peor nivel de estudios previo a la pandemia son los que más deterioro sufrieron en su bienestar socioemocional.

Medidas y carencias

El análisis de Cotec y Esade se completa con otro documento, Políticas y prácticas para afrontar la pérdida de aprendizaje, un análisis de las líneas de actuación más comunes para revertir los retrocesos de aprendizaje por la pandemia adoptadas por las administraciones educativas españolas e internacionales y sus lagunas.

La mayoría de las administraciones coincidieron en reforzar la enseñanza en Primaria y Secundaria, tanto en Matemáticas como en Lengua, en prestar apoyo socioemocional a los alumnos, en atender a las familias y al entorno, y en ofrecer tutorías individualizadas y extraescolares complementarias. Entre los retos pendientes, el estudio destaca las carencias en evaluación y monitorización, en la formación de los docentes para atender a la diversidad, en medidas específicas para la FP, o en el desarrollo de prácticas inclusivas en los centros.

Ainara Zubillaga, directora de Educación de Cotec, destaca que «las iniciativas de refuerzo siguen funcionando principalmente en paralelo al sistema educativo y a la actividad de los centros, que tienen el reto de incorporarlas a sus prácticas». Zubillaga recuerda que la pérdida de aprendizaje vino acompañada de impactos socioemocionales en los alumnos, por lo cual «la dimensión del bienestar se revela prioritaria tras la pandemia y afortunadamente las políticas públicas empiezan a considerarla como tal».