M. G.
Un número de teléfono, lista de espera para la consulta «médica», que puede ser presencial o telefónica, y recetas en blanco. Es parte del funcionamiento de la red de negacionistas gallegos que forma parte de la organización de Médicos por la Verdad. Para llegar hasta el doctor hay que llamar antes a uno de los números de teléfono que se difunden a través de los grupos de mensajería, que cuentan con cientos de participantes. Es entonces cuando sale a la luz un funcionamiento similar al de una centralita. Varias personas «voluntarias» responden llamadas y mensajes —las primeras, para personas que residen en el extranjero y los segundos, para los nacionales—, de 10 de la mañana a 10 de la noche. «Nos estamos turnando, pero estamos colapsados porque hay muchísimos casos de gente con síntomas o secuelas. Si quieres una atención más rápida, te doy directamente el número de alguno de nuestros médicos. En Vigo podrían atenderte pronto en consulta», dice una amistosa voz al otro lado del teléfono. Esa misma persona avisa de que el retraso para las consultas telefónicas es de varios días y que, para acudir presencialmente, hay miles de personas esperando. Asimismo, además de móviles, entrega correos electrónicos de facultativos de Galicia, pero también de otras comunidades «menos afectadas» que atienden los casos más urgentes.