Francia exigirá el certificado covid para entrar en los bares y para viajar en avión y en tren

La Voz

SOCIEDAD

PASCAL ROSSIGNOL | reuters

Obligará a vacunarse a todos los profesionales sanitarios antes del 15 de septiembre

13 jul 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

Quienes quieran tomar un café en Francia a partir del próximo mes de agosto tendrá que estar vacunados del coronavirus o haber pasado ya la enfermedad. Así lo anunció este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, que comunicó además la obligatoriedad para todo el personal sanitario de estar vacunado antes del 15 de septiembre. A partir de esta fecha habrá controles y se impondrán sanciones para quienes no hayan cumplido con este requerimiento. «Cuando la ciencia nos ofrece herramientas para protegernos, tenemos que utilizarlas con confianza en la razón y en el progreso», dijo Macron en un discurso motivado por la inquietante expansión de la variante delta, tres veces más contagiosa que la original y que supone ya más de la mitad de los casos en Francia. 

Según las últimas cifras disponibles, solo el 45 % del personal de residencias de ancianos y enfermos de larga duración tenían la pauta de vacunación completa, cifra que sube para el personal hospitalario (64 %), mientras que asciende al 81 % entre los sanitarios que trabajan por su cuenta. «En función de cómo evolucione la situación, nos plantearemos la vacunación obligatoria para toda la población, pero apuesto por la confianza y llamo solemnemente a todos los ciudadanos a que se vacunen cuanto antes», dijo Macron abriendo la puerta a una exigencia aún mayor.

Si bien la exigencia de estar inmunizado no es aún una realidad, las medidas anunciadas por Macron dejan poco margen a quienes se nieguen aún a vacunarse: a partir del 21 de julio, el certificado sanitario que ya se exige actualmente para acceder a discotecas, a estadios y a otras aglomeraciones de más de mil personas, se pedirá también en teatros, cines y otros puntos culturales en los que pueda haber más de 50 personas. En agosto, se ampliará a cafeterías, bares, restaurantes, centros comerciales, autobuses y trenes de largo recorrido, aviones y centros médicos. «Vamos a ampliar al máximo el certificado sanitario para incitaros a la mayoría a que os vacunéis», dijo Macron, que compartió su intención de «llevar las restricciones sobre los vacunados en lugar de sobre todos».

A partir del otoño, las pruebas de diagnóstico que hasta ahora eran plenamente reembolsadas por la Seguridad Social serán de pago salvo si han sido prescritas por un médico. Además, el presidente precisó que se van a reforzar los controles con los países de alto riesgo por la degradación de la situación sanitaria, con un aislamiento obligatorio para los viajeros que no estén vacunados.

El proyecto de ley para aprobar este paquete de medidas será examinado en la Asamblea Nacional el 21 de julio en una sesión extraordinaria. «Si no actuamos desde hoy, el número de casos va a continuar aumentado fuertemente y supondrá inevitablemente el aumento de las hospitalizaciones desde el mes de agosto», defendió Macron, que adelantó que habrá campañas de inoculación también en los centros escolares para los mayores de 12 años para el próximo curso escolar.

Los datos epidémicos del mes de junio mostraron una clara mejora de la situación en Francia, donde la cifra de contagios bajó hasta una media de unos 2.000 casos diarios y menos de 8.000 pacientes hospitalizados en todo el país. Sin embargo, la variante delta ha mostrado una clara progresión en las últimas semanas y ha pasado de representar menos del 5 % de los casos a principios de junio al 40 % la semana pasada.

Para el Gobierno francés, la vacunación es la única forma de frenar una nueva ola y un nuevo parón del país que comprometa los datos de crecimiento económico, que estima será del 6 % este año.