La vacuna rusa Gam-COVID-Vac (Sputnik V), que fue vilipendiada o cuando menos puesta en cuarentena en Europa por supuestamente saltarse pasos en los procesos de investigación, tiene una eficacia próxima al 92 %. Y no lo dice precisamente el Kremlin sino la prestigiosa revista médica The Lancet. Las conclusiones preliminares de un estudio con casi 20.000 participantes, de los que a tres cuartas partes se les puso la vacuna y a una cuarta un placebo, indican que es efectiva en un 91,6 %, ya que entre los vacunados manifestaron síntomas 16 personas (el 0,1 %) y entre los que recibieron el placebo, 62 (el 1,3). Incluso entre los mayores esa efectividad se repite. De los cerca de 20.000 analizados ,2.144 eran mayores de 60 años y el resultado fue muy parecido: un 91,8 % de éxito. Es más, no se ha detectado ningún caso de covid-19 ni moderado ni grave entre los que recibieron la vacuna, que es de doble dosis, la segunda a los 21 días, con lo que ahora, fundamentalmente, falta por saber qué efecto tiene en los asintomáticos -los que se contagian, pero no enferman- porque eso todavía no se ha estudiado.
El viernes pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, le ofreció a la UE 100 millones de dosis, que llegarían en el segundo trimestre del año «después de completar la parte principal de la vacunación masiva en Rusia». Si ese plazo se cumpliese -porque Rusia tampoco es de los países que más ha vacunado del mundo- estaría ofreciendo más de lo que garantizan las farmacéuticas con las que los Veintisiete tienen firmados contratos multimillonarios. Aparte, dado que comparten tecnología, según algunos expertos la Sputnik V se podría combinar con la de AstraZeneca, poniendo la primera dosis de una y la segunda de otra.
De ahí que el presidente checo, Milos Zeman, ya abogue directamente por usarla. «No tengo nada en contra de que, si los expertos hallan consenso, se use el suero ruso. ¿Es mejor que aquí muera gente por falta de vacuna?», se preguntaba ayer.
Quien no albergó duda alguna fue su homólogo húngaro, Viktor Orbán, muy criticado por salirse del redil de la UE. Ayer su país recibió las primeras 40.000 dosis de los dos millones que le ha prometido Rusia hasta marzo.