Las razones que explican por qué el virus de la gripe sigue sin aparecer

Jorge Casanova
jorge casanova REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Campaña de vacunación contra la gripe en Laxe
Campaña de vacunación contra la gripe en Laxe Ana García

Los registros nacionales apenas han detectado algunas cepas en Aragón

07 dic 2020 . Actualizado a las 12:50 h.

Aún es demasiado pronto para sacar ninguna conclusión, pero los expertos en epidemiología están constatando que las previsiones de una campaña con poca incidencia de la gripe parecen camino de cumplirse. De momento, en las consultas lo que se ve, más allá del covid, son algunos catarros provocados por diferentes rinovirus y poco más. Ni siquiera el tradicional virus sincicial, responsable de las infecciones respiratorias en niños y bebés, ha sido detectado hasta el momento. Y este dato es especialmente significativo porque quienes vigilan la evolución de la gripe están muy pendientes del sincicial, ya que normalmente es el que anticipa la llegada del virus de la influenza, que es el que causa la gripe.

Obviamente, nadie está preocupado por la ausencia de la gripe, ya que su eventual aparición era uno de los grandes quebraderos de cabeza de las autoridades sanitarias. Si manejar las consecuencias del sars-cov-2 ya es una pesadilla para el sistema de salud, mezclarlo con la gripe habría sido demoledor. Pero, como muchos preveían, la gripe se ha quedado sin opción frente a la hegemonía del nuevo coronavirus. «Únicamente se han aislado algunos virus en Aragón, pero de momento no existe actividad gripal en España», confirmó una fuente del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, uno de los puntos de referencia nacional para el seguimiento de la enfermedad. Esta red no dispone de datos de Galicia, que tiene su propio centro de gestión. El Sergas, sin embargo, prefirió reservar la información para una comunicación que espera dar la próxima semana sobre la evolución de la gripe en la comunidad.

 En cualquier caso, los médicos consultados en diferentes centros de salud gallegos confirman que no están viendo cuadros gripales hasta el momento. El epidemiólogo Juan Gestal confirma la tendencia: «Como se suele decir, ni está ni se la espera». Gestal, sin embargo, igual que otros expertos, es prudente a la hora de hacer pronósticos. La evolución del virus es difíci de adivinar y, tradicionalmente, los picos de la enfermedad se producen entre enero y febrero. «La gripe es impredecible», afirma el epidemiólogo gallego José María Eiros Bouza, especialista en esta enfermedad: «Pero es verdad que a estas alturas la incidencia está siendo de las más bajas de la década».

De cualquier modo, las próximas semanas serán definitivas para determinar si la gripe se convierte finalmente en un problema o no. El aumento del frío y de la humedad mejorarán las condiciones para una eventual infección de manera que si el virus de la gripe comienza a circular, los contagios se producirán con mayor facilidad: «Pese a todo -admite Eiros Bouza-, lo que se puede asegurar es que en la cuarenta temporadas que llevamos controlando esta enfermedad, con mayor o menor intensidad, lagripe nunca ha faltado a su cita». Falta saber si esta será la primera.

Las cuatro razones de la incomparecencia

 La escasa presencia de la gripe estaba anunciada, aunque la mayoría de los expertos preferían no lanzar las campanas al vuelo. De hecho las autoridades sanitarias prefirieron no fiarse de las señales que auguraban una campaña de la gripe débil y aumentaron todas las precauciones. Ahora mismo, incluso, pocos se atreven a aventurar que la gripe no será un problema. Estas son las cuatro razones que justifican la escasa pegada, de momento, del virus de la influenza.

MEDIDAS DE PRECAUCIÓN

Barreras extraordinarias contra el virus. Nunca el virus de la gripe se encontró con tantos problemas para infectar a los humanos: el uso generalizado de las mascarillas, la distancia social aplicada por muchas personas, la conciencia de evitar en la medida de lo posible los espacios cerrados o una mayor higiene por parte de todos ha posibilitado que las opciones de infección hayan caído al mínimo. 

BAJA CIRCULACIÓN

Segunda cita a la que no acude. El principal argumento que manejaban los expertos para sospechar que el virus de la gripe tendría poca presencia radicaba en su baja circulación en el hemisferio Sur. Ninguno de los centros de control en Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Australia detectaron circulación significativa del virus de la gripe. Los intentos de estudiar la convivencia del virus de la influenza con el sars-cov-2 se quedaron en la intención porque el primero no llegó a comparecer.  

LA VACUNA

Más adherencia que nunca. Las halagüeñas perspectivas con respecto a un impacto suave de la gripe no hicieron bajar la guardia en el hemisferio norte, donde el miedo a un colapso sanitario acelerado por la convivencia de la gripe y el covid llevaron a preparar una campaña de vacunación masiva contra la gripe tanto en la adquisición de vacunas como en la campaña a la población en general. La iniciativa fue un éxito porque se han alcanzado niveles de adherencia desconocidos en la vacunación antigripal. Si el virus finalmente llega a circular se va a encontrar con más población inmunizada que nunca. 

LA COMPETENCIA

El covid reina. La última razón, quizás la más importante, para que la gripe no se haya presentado con el vigor habitual, reside en que esta temporada tiene una competencia demasiado fuerte: el sars-cov-2. No todos los epidemiólogos están de acuerdo, pero lo cierto es que muchos sí creen en la competencia entre virus y vinculan la escasa presencia de la gripe a la hegemonía del nuevo coronavirus. Esta temporada no hay espacio para los dos. Esta afirmación responde a la regla de Gause o principio de exclusión competitiva, que expone que dos especies en competencia biológica por los mismos recursos no pueden coexistir en forma estable si los demás factores ecológicos permanecen constantes. El sars-cov-2 con una capacidad infectiva cuatro veces superior al virus de la gripe, sería la principal razón que explicaría la ausencia de la influenza. De ahí que no haya muchas noticias de los virus sinciciales, que afectan especialmente a niños, y solo se aprecie la circulación moderada de algunos rinovirus.