La cuarta parte de España está sometida a restricciones

M. VIÑAS / m. saiz-pardo REDAC. / LA VOZ, MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Un agente recoge los datos de una viajera que ha incumplido las normas de movilidad en Madrid
Un agente recoge los datos de una viajera que ha incumplido las normas de movilidad en Madrid Ricardo Rubio / Europa Press

Lejos de estabilizarse, la situación vuelve a empeorar, con siete comunidades con más de tres contagios por cada mil habitantes

13 oct 2020 . Actualizado a las 07:30 h.

La segunda ola tenía como mínimo un segundo asalto. Con localizadas excepciones, la situación parecía haber empezado a amainar, pero, lejos de confirmarse la estabilización, ha vuelto a empeorar. De golpe, además. Hace dos fines de semana, el Ministerio de Sanidad computó 31.848 nuevos casos. El pasado fueron menos: 23.480. Ayer los datos de la Moncloa recogieron, sin embargo, 27.856 contagios nuevos desde el viernes, un aumento del 16 % con respecto a la semana anterior que delata que España no está siendo capaz de reponerse de una embestida que se está ensañando especialmente con Madrid y Navarra, pero también con Cataluña y Aragón.

En las últimas 24 horas se diagnosticaron en todo el país 2.825 infecciones: 546 en la comunidad navarra y 397 en la aragonesa, los territorios con más nuevos contagios. Madrid, en cambio, anotó 330 (5.134 desde el viernes) y el País Vasco, ninguno, presumiblemente por retrasos en las notificaciones. Estos desajustes apremian a interpretar con cautela la situación que muestran las tablas de Sanidad: con probabilidad los positivos de ayer, a la larga, serán muchos más. Aun así, las incidencias acumuladas ya han comenzado a acusar estos últimos diagnósticos. El valor de Navarra a 14 días se dispara hasta los 746 casos por cada 100.000 habitantes; el de Aragón a los 404, solo superado por Melilla, 505, y Madrid, que cae esta vez a 501, a solo un punto de la barrera psicológica establecida por Sanidad para confinar las grandes ciudades con altas tasas de transmisión.

También se deteriora la incidencia media nacional de las últimas dos semanas, que sube cinco puntos, a 263 positivos por 100.000 habitantes, y hay cinco comunidades que este fin de semana se han acercado peligrosamente al límite que marca el departamento de Salvador Illa: la ya citada Aragón, Castilla y León con 402, La Rioja con 359, Castilla-La Mancha con 326 y Murcia con 316. Resulta preocupante, además, el incremento también en los indicadores de los últimos siete días: un 27 % con respecto al lunes pasado y significativamente en Navarra, Melilla y Aragón, las tres con tendencia creciente.

Desde el viernes, el Gobierno añadió otras 195 a la cifra de víctimas mortales, que ya marca las 33.124. En los últimos siete días han perdido la vida 447 personas. Destaca la cifra de Castilla y León, donde en la última semana han muerto 91 contagiados.

Alrededor de 12,5 millones de españoles, más del 26,5 % de la población, viven ya bajo algún tipo de restricción con el fin de contener la transmisión, según las estimaciones de Sanidad y de las autonomías. Esta «nueva normalidad» en la que la gestión sanitaria es responsabilidad de las comunidades ha alumbrado una guerra con estrategias también muy dispares, desde retrocesos a las fase 1 o 2 de la desescalada a confinamientos perimetrales, pasando por las medidas más laxas de limitaciones de horarios o aforos de locales comerciales o de ocio. Un abanico de medidas que este fin de semana ya afectaban a no menos de 650 de los 8.131 municipios del estado.

Desde que España comenzó con la primera restricción de derechos fundamentales para contener el virus (el aislamiento el 25 de febrero del hotel H10 Costa Adeje Palace, en Tenerife), el territorio nacional al completo solo ha vivido libre de limitaciones 20 días, entre el fin del estado de alarma del 22 de junio y la decisión de la Generalitat de atacar el 12 de julio el primer gran foco de esta segunda oleada con el confinamiento perimetral de la comarca ilerdense del Segriá.

Estos aislamientos con controles policiales están sufriéndolos en la actualidad cerca de 5,7 millones de españoles, poco más del 12 % de la población, distribuidos en al menos 46 municipios de nueve provincias. No obstante, las que han usado esta herramienta en algún momento de esta segunda ola superan la quincena. Desde que acabó el estado de alarma, al menos 13 comunidades han recurrido en algún momento a esta medida.

Madrid es la autonomía con más población confinada: 4,8 millones de habitantes. Pero no son los únicos. Desde ayer, también los vecinos de otras siete zonas básicas de salud con elevadas tasas de incidencia acumulada repartidas por toda la región. El caso de Madrid, tanto por la cantidad de población como por la guerra desencadenada entre las Administraciones central y regional, eclipsa otras situaciones similares, pero hay confinadas fuera de esa comunidad cerca de 900.000 personas en distintas ciudades, entre las que se encuentra Ourense.