El Ayuntamiento y Costas quieren retomar el frente de dos kilómetros entre Oza y A Pasaxe
14 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El paseo marítimo es uno de los mayores orgullos de los coruñeses y uno de los lugares más solicitados, tal y como se pudo ver cuando en plena desescalada se llenó de paseantes y deportistas con el primer permiso. Además, el Ayuntamiento ya ha anunciado su intención de reformar el tramo entre San Antón y Adormideras, pero todavía quedan zonas del litoral herculino vírgenes para las que desde hace años hay ideas e incluso algún proyecto.
El tramo principal sin paseo marítimo es el que va desde Oza hasta el puente de A Pasaxe, unos dos kilómetros, y que Inés Rey, todavía en campaña para acceder a la Alcaldía, señaló como uno de sus objetivos para conectar la ciudad con el área metropolitana que amplíe la red de más de 13 kilómetros de paseo actual.
Un año después, la situación apenas ha experimentado avances y la irrupción de la pandemia amenaza con aplazar una vez más este proyecto. La parte más abrigada del litoral coruñés lleva desde el 2008 olvidada y ninguno de los gobiernos locales que hubo desde entonces sacaron adelante este proyecto, una situación a la que quieren dar un giro los actuales responsables de María Pita. «Es una parte totalmente al margen de la ciudad y habría que integrarla», asegura Isabel Aguirre de Urcola, directora de la Escola Galega de Paisaxe.
Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno central, del que depende este proyecto como titular de la mayor parte de los terrenos, mantienen el interés en esta actuación y las últimas conversaciones con la Demarcación de Costas se produjeron a finales del 2019 y existe buena sintonía.
Fuentes de la Delegación del Gobierno señalan que la Recuperación ambiental del borde litoral de A Coruña. Tramo: playa de Oza-As Xubias-Ponte da Pasaxe, que es como se llama el proyecto, está en su «agenda» y el boceto existente está en manos del Ministerio de Transición Ecológica pendiente de que se licite la redacción del proyecto.
Obstáculos
Uno de los obstáculos a superar es la tramitación administrativa, mientras que otro igual o más importante es el de la financiación. Es una actuación con un coste prácticamente inasumible para las arcas municipales en una situación normal, y más en la presente. Aquí entrarían en juego diferentes opciones, como que una de las partes asuma el coste del proyecto, y la otra, la correspondiente a las obras.
La pandemia también dificulta que sea el Gobierno central el que financie la obra, ya que las prioridades municipales para pedir fondos priorizan proyectos como la intermodal o la conexión ferroviaria a Langosteira.
En lo que se refiere a la definición del proyecto hay varias cuestiones por resolver. La actuación se llevaría a cabo principalmente sobre el deslinde marítimo-terrestre, aunque también existe la opción de que en algún tramo haya zonas sobre pilotes. «Es una intervención muy delicada», apunta Aguirre de Urcola, quien destaca la necesidad de «poner en valor la ría y sanear la zona industrial de A Pasaxe».
La idea es que sirva como conexión con el área metropolitana para los peatones, pero fuentes cercanas al proyecto apuntan que, si se puede, también se valoraría incluir algún tramo de carril bici, debido a las complicaciones que presenta el carril metropolitano en esta zona.
Las chabolas y el dragado de la ría, cuentas pendientes
La posibilidad de ampliar el paseo marítimo en el tramo entre Oza y As Xubias no es la única actuación de envergadura sobre la que se trabaja en esta zona, sino que también hay otras como la erradicación del asentamiento chabolista de A Pasaxe y la regeneración de la ría de O Burgo, ambos pendientes también desde hace muchos años. En referencia al poblado, la concejalía de Benestar Social está buscando salida para las 16 familias allí asentadas por medio de pisos de alquiler social y el pasado mes de febrero se derribaron cinco infraviviendas, tres de ellas deshabitadas, y se realojó a dos familias. En la actualidad se continúa buscando una salida para el resto de los habitantes, una tarea que depende de la predisposición de los ocupantes de las chabolas y de la disponibilidad que haya de viviendas de titularidad municipal. Por su parte, la regeneración de la ría de O Burgo, no solo de la parte coruñesa, cuenta con fondos tanto europeos como estatales, pero falta que se ponga en marcha la operación de dragado que complemente el saneamiento que realizó a lo largo de los últimos años la Xunta con una inversión de 100 millones de euros.
«Es el peor de los tramos de carril bici, no reúne los parámetros adecuados»
«Es el peor de los tramos, no reúne los parámetros adecuados y es muy incómodo». Ese es el análisis de Roberto Rilo, de la Asociación Ciclista Crunia sobre el carril bici metropolitano en su tramo desde Casablanca hasta el puente de A Pasaxe.
Esta obra realizada durante el anterior mandato y con financiación de la Diputación -casi un millón de euros- tenía como objetivo facilitar el tránsito en bicicleta entre el centro de la ciudad y el área metropolitana. Sin embargo, el resultado final no termina de convencer a algunas asociaciones ciclistas que creen que no se realizó un proyecto correcto. «La solución no nos parece la acertada, nosotros optábamos por que se hiciese en ambos sentidos, que fuese solo en una dirección», asegura Roberto Rilo, quien destaca que, «salvo alguna zona que es por asfalto, el resto es por acera compartido con peatones».
Según el colectivo ciclista, son varios los puntos conflictivos de esta infraestructura. Uno de ellos está en Casablanca, según Roberto Rilo, donde «tienes que adivinar cómo bajar hacia As Xubias por un ciclocarril de cemento rugoso en doble dirección para bicicletas y compartido con peatones, hay que ir con mucho cuidado». Mientras, en As Xubias hay lugares como alguna parada de autobús o las entradas al materno y al colegio Santa María del Mar por los que «es complejo» pasar con la bicicleta, debido a la presencia de automóviles y con «intersecciones que no están pintadas correctamente». También hay dificultades a la hora de acceder al carril bici de O Burgo, justo antes del puente de A Pasaxe, en donde hay que circular «unos 200 metros por acera» y con un «desnivel excesivo».
Estos lugares también son reconocidos como mejorables por parte de Fran García, de Mobi-liza, quien apunta que «son de difícil solución». «En los cruces siempre va a haber problemas y hay algún tramo por acera», apunta García, quien reconoce que en ningún caso «se puede quitar al espacio al peatón».
«Hace servicio a la poca gente que lo usa, pero como vía de comunicación es complicada porque no te permite mantener una velocidad media constante, que es lo adecuado», resume Rilo. Por su parte, desde Mobi-liza tienen una visión algo más positiva: «La percepción es que ha ayudado a que más gente utilice la bicicleta para desplazarse a O Burgo o Santa Cristina con seguridad».