El desconfinamiento en los balcones

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

SOCIEDAD

Los artistas que animaron la cuarentena a sus vecinos se adaptan a la «nueva normalidad»

20 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El estado de alarma y la obligatoriedad de estar en casa trajo consigo la vida en los balcones. De la tradición de los aplausos de las ocho de la tarde, homenaje a todos los profesionales, sanitarios y no, que continuaron trabajando para permitir que la gran mayoría se quedase en casa, nacieron un sinfín de iniciativas espontáneas: bingos entre bloques, pinchadiscos de terraza, fiestas desde las ventanas de los patios interiores o, los más comunes, los conciertos de balcón. Todas esas acciones improvisadas consiguieron animar el confinamiento de los ourensanos y, como es lógico, con el avance de las fases de la desescalada también han experimentado la suya propia.

Pablo Estévez, junto a su familia en la terraza donde representaba sus actuaciones del confinamiento
Pablo Estévez, junto a su familia en la terraza donde representaba sus actuaciones del confinamiento MIGUEL VILLAR

Rutina familiar

El ourensano Pablo Estévez se encargó, con gusto y mucho esfuerzo, de entretener desde el patio trasero de su piso a varios bloques de edificios de la zona de la avenida de la Habana. En sus actuaciones imitaba a grandes artistas de la historia como Freddie Mercury, Tina Turner o Michael Jackson. Espectáculos que triunfaron no solo entre sus vecinos, si no también entre los centenares de personas que siguieron las imitaciones desde los directos en sus redes sociales. «Superé las 200 actuaciones porque cada día me metía en la piel de varios artistas así que aunque haya decidido terminar, todavía sigo subiendo vídeos a Facebook a diario», explica Pablo. Su última performance la hizo justo antes de comenzar la fase 1 porque la hernia discal que sufre desde hace años se empezaba a resentir de tanto baile y ese día contó con el reconocimiento y el aplauso más grande de todos los vecinos. «Me hicieron pancartas y regalos, fue muy emotivo y estoy totalmente agradecido», admite. Ahora a las ocho de la tarde, a él y a su mujer, María Sabas, les toca bañar a sus pequeños, Mario y Gabi, y darles la cena. «Estamos recuperando la rutina familiar habitual y volviendo a los horarios normales de nuestros peques», dice.

Brais y Pedro aprovechan ahora a las ocho de la tarde para ir a pasear junto a sus parejas
Brais y Pedro aprovechan ahora a las ocho de la tarde para ir a pasear junto a sus parejas MIGUEL VILLAR

Paseos en pareja

Brais Bautista y Pedro Lamas se encargaron, saxo y tuba en mano respectivamente, de llenar de música la plaza de San Antonio durante más de 50 días. «Cuando permitieron salir a hacer deporte decidimos parar porque tampoco queríamos resultar pesados», explica Brais. Nada más lejos de la realidad, visto el disgusto que se llevaron los vecinos que continuaban saliendo a la ventana a diario para aplaudir y luego escucharles. «Algunos nos pidieron que siguiésemos unos días más. Es muy bonito sentir el agradecimiento de la gente por algo que hicimos encantados», añade. Ahora los dos, tanto Brais como Pedro, aprovechan para salir de casa a las ocho de la tarde. «Es un alivio tener la posibilidad de ir a pasear y en mi caso salgo todos los días con mi novia», dice el saxofonista. Lo mismo hace Pedro. A veces coinciden en su hora de paseo y otras no, donde les veremos seguro tocar juntos de nuevo será en los conciertos de la charanga Doctor Anchoa. «Ojalá llegue ese momento pronto», termina Brais. Ojalá.