Pocas terrazas abiertas en Barbanza, pero con afluencia de clientela

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA

SOCIEDAD

MARCOS CREO

El inicio de la primera fase de la desescalada ha favorecido una mayor presencia de gente en las calles

11 may 2020 . Actualizado a las 14:25 h.

Aunque son muchos los hosteleros que han optado por continuar con las puertas de sus negocios cerradas a cal y canto, unos cuantos han decidido abrir sus terrazas en la primera jornada de la fase 1 de la desescalada y, de momento, se muestran bastante satisfechos con el resultado. Son pocos los establecimientos que han montado mesas y sillas en el exterior, pero los que lo han hecho han contado incluso con más afluencia de clientes de la esperada. Lo reconocía Rosa García, cuyo establecimiento en la Alameda de noiesa abrió sus puertas a primerísima hora de la mañana: «Temos o horario de sempre, a partir das 7.00. A primeira hora non houbo moita xente, pero foise animando, bastante ben a verdade. E ao estar bo tempo tamén nos axuda».

En los jardines Valle-Inclán de A Pobra son tres los negocios hosteleros que abrieron sus puertas en el primer día de la fase 1 y a media mañana incluso había personas esperando para poder sentarse en alguna de las mesas habilitadas. Tanto hosteleros como clientes han señalado el buen comportamiento de la gente: «Todo el mundo está respetando los turnos y las distancias», contaban en una terraza de Boiro que tenía todas sus mesas ocupadas.

Con la entrada en una nueva fase, no solo los negocios de hostelería han podido empezar a trabajar de nuevo, aunque sea solo en la terraza y con la mitad del aforo, también los comercios funcionan ya sin cita previa, un cambio que ha contribuido a animar el ambiente en las calles. En varios bazares podían verse colas a las puertas del establecimiento de clientes que esperaban pacientemente su turno. La obligación de regular el aforo y las medidas de higiene y desinfección ralentizan la atención al público, un hecho que la mayoría asume sin objeciones.

En cuanto a las ventas, varios comerciantes comentaban que está costando que arranquen, pero confían en que poco a poco la situación se vaya normalizando: «Aún acabamos de abrir, pero por lo menos la gente entra, pregunta... Yo creo que poco a poco la gente de irá animando».