«Isto causa moita angustia. Nós tamén temos familia e estamos seguido na rúa»
Desde que empezó el confinamiento, Mari Carmen tiene unas diez casas más a las que llevar el pan cada día. En general, todos sus clientes han entendido las medidas y las respetan, pero se palpa la preocupación. Ella misma la vive: «Isto causa moita angustia, pois nós tamén temos familia e estamos todo o tempo na estrada». Ella vería más práctico hacer el esfuerzo por concentrar el reparto en dos o tres días a la semana, para no estar continuamente expuestos.
A la mitad
Desde la panadería Élida Mesejo, cuenta Tania Suárez, también llevan «como se pode» esta insólita situación. Protegidas, sí, pero con la dificultad de encontrar material: «Non é que haxa moitas máscaras, precisamente», se queja. Reparten por la zona de Nostián, en A Coruña, pero también por Cereo y Valenza, Coristanco, con tres furgonetas.