El cofundador de Facebook pide a EE.UU. «romper su monopolio»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Nacho Martín

Chris Hughes alerta del «inmenso poder» que tiene Mark Zuckerberg y la falta de control sobre él

10 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El nombre de Chris Hughes no es tan popular como el Mark Zuckerberg, pero el que fue compañero del gurú tecnológico en el cuarto de la Universidad de Harvard donde nació Facebook ha lanzado un misil de gran alcance contra la compañía de Menlo Park en uno de sus peores momentos. Hughes, uno de los cofundadores de la red social, quiere que el Gobierno estadounidense rompa el «monopolio» de la compañía para acabar con su enorme influencia y proteger así los derechos de los ciudadanos.

Hughes ha firmado un largo artículo de opinión en The New York Times en el que alerta del inmenso poder que tiene Zuckerberg y de la falta de control que existe sobre él y sobre sus acciones al frente de la red social. «La influencia de Mark es asombrosa, mucho más allá de la de cualquier otra persona en el sector privado o en el Gobierno. Controla tres plataformas de comunicación clave -Facebook, Instagram y WhatsApp- que miles de millones de personas usan a diario», recuerda.

Afirma Hughes que el famoso programador y director general de la compañía tiene poder total dentro de su empresa y un dominio casi absoluto sobre su sector, lo que le permite fijar las reglas sobre privacidad, decidir qué contenidos son aceptables o acabar con cualquier competidor adquiriéndolo, bloqueándolo o copiando su modelo. «El Gobierno de Estados Unidos tiene que hacer dos cosas: romper el monopolio de Facebook y regular la compañía para que sea más responsable ante los estadounidenses», subraya el empresario.

Para empezar, su propuesta pasa por trocear la compañía para separarla de redes como Instagram y WhatsApp, cuyas adquisiciones por parte de Zuckerberg nunca deberían haberse permitido, según defiende. «Si no actuamos, el monopolio de Facebook solo se afianzará aún más. Con gran parte de las comunicaciones personales del mundo en su mano, puede extraer esa información para patrones y tendencias, dándole ventaja sobre sus competidores durante décadas», insiste.

Entre otras cuestiones, Hughes muestra su preocupación por el «control unilateral» que ahora mismo Zuckerberg tiene sobre el discurso público y los contenidos. «No hay precedente de su capacidad de controlar organizar e incluso censurar las conversaciones de dos mil millones de personas», recuerda.

Sacrificar seguridad y respeto a cambio de clics

Hughes defiende a Zuckerberg como persona, pero cree que su obsesión por dominar el mercado con Facebook le ha dado un poder casi ilimitado que resulta peligroso. «Mark es una persona buena y amable. Pero me enfada que su hincapié en el crecimiento le llevase a sacrificar seguridad y respeto a cambio de clics», insiste.

Hughes, que fundó Facebook junto a Zuckerberg y varios compañeros de la universidad, admite su propia responsabilidad por «no hacer sonar antes la señal de alarma». Fueron las elecciones estadounidenses del 2016 y la polémica por la filtración de datos personales a Cambridge Analytica lo que le hizo darse cuenta de los peligros del monopolio de la red social.

La controvertida filtración a la empresa británica de millones de perfiles de usuarios sin su consentimiento y con fines políticos llevó en el 2018 a Brian Acton, otro de sus excolaboradores y cofundador de la aplicación de mensajería WhatsApp, a apoyar el movimiento Borra Facebook que se agrupó bajo con la etiqueta #deletefacebook. «Ya era hora», fue entonces su mensaje.

Facebook se prepara ahora para recibir una sanción por parte de los reguladores en EE.UU. que estima puede alcanzar un importe de entre 3.000 y 5.000 millones. La multa estaría motivada por su polémica gestión de datos.