Robert Fitzroy: el trágico final del primer meteorólogo

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Fitzroy fue el creador de la agencia meteorológica inglesa
Fitzroy fue el creador de la agencia meteorológica inglesa

Se atrevió a realizar los primeros pronósticos a mediados del siglo XIX

05 nov 2019 . Actualizado a las 20:30 h.

La población asume con naturalidad que los meteorólogos se equivocan. Pero la atmósfera es un sistema caótico y predecir su evolución no siempre resulta sencillo. Hoy un pronóstico se basa en unas condiciones iniciales a partir de las cuales se calcula el comportamiento para las siguientes horas. El resultado se traduce en parámetros como la lluvia o la temperatura. La ciencia atmosférica se fundamenta por tanto en las matemáticas, pero eso no siempre fue así. «Podemos considerarla como una ciencia relativamente joven. La toma de datos comenzó en el siglo XVII, tras la invención de aparatos como el barómetro y el termómetro», apunta Juan Taboada, encargado de la predicción en MeteoGalicia. En la historia de esta disciplina destaca un nombre, Robert Fitzroy, un inglés adelantado a su época que a mediados del XIX se atrevió a realizar los primeros pronósticos con la ayuda de una tecnología en auge: el telégrafo. «Podía disponer en directo de información procedente de diferentes observatorios meteorológicos del mundo. Esos datos le permitían disponer de unas condiciones iniciales», apunta Taboada.

Fitzroy ejerció como almirante de la Marina Real Británica y acompañó a Charles Darwin durante su aventura científica por los océanos a bordo del Beagle. Esos años en el mar despertaron en él una preocupación por el impacto de los temporales marítimos y para proteger a sus colegas marineros siempre trataba de recopilar información para avisarles de la llegada de un fenómeno extremo con cierta antelación. Fitzroy fue también el impulsor de la Met Office, la agencia meteorológica inglesa, una de las más importantes del mundo por la gran cantidad de información que almacena. Pero a pesar de sus buenas intenciones, sufrió un auténtico calvario. «Cuando fue al Parlamento inglés y solicitó fondos para mejorar el sistema de predicción generó la hilaridad de los parlamentarios que consideraban que lo que proponía era algo imposible», recuerda el físico gallego. En 1861 el periódico The Times decidió publicar sus previsiones, que se hicieron famosas. «Si ahora con todos los medios que tenemos a nuestro alcance, tanto de cálculo como tecnológicos, algunas veces esta ciencia nos da sorpresas, podemos imaginar lo complicado que podía ser por entonces», reconoce Taboada. Las críticas a sus pronósticos diarios no cesaron nunca y algunas incluso fueron muy duras. Fiztroy no soportó la presión, cayó en una depresión y se suicidó.

La historia de la ciencia está repleta de casos como el de Fitzroy, sabios que propusieron ideas revolucionarias pero que solo encontraron rechazo e incluso burla. De todas formas, el legado y el recuerdo del primer meteorólogo del que se tiene constancia no puede estar más vivo. La institución que ayudó a crear se dedica a lo que siempre defendió, predecir el tiempo.