Compartieron escenario en la exposición de Miró en el Grand Palais y después cenaron juntas en el Elíseo
06 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Era uno de los duelos más esperados de los últimos meses. La primera dama francesa, Brigitte Macron, y la reina Letizia, cara a cara en una competición de estilo que durante días va a ser de lo más comentado. Se vieron este viernes, en París, primero durante la inauguración de la exposición de Miró en el Grand Palais y después en una cena en el Elíseo. Y hubo comentarios para todos los gustos.
Yo tengo que decir que para mí, el del Grand Palais fue un digno empate. Porque la reina apareció con un modelo azul noche de Delpozo (repetido, por cierto) por debajo de la rodilla con zapatos a juego, los pendientes de su boda y un hombro descubierto con el que creo que acertó plenamente. Brigitte, por su parte, optó por un vestido en color crudo con un bolso en dos tonos y zapatos negros. Las dos sencillas, sin estridencias, pero muy elegantes.
en áfrica
Una nueva Melania. Sí, ya sé que este viernes le dediqué a la primera dama de EE. UU. un gran espacio para contar su preferencia por los zapatos de Zara, pero es que este viaje a África estoy descubriendo una nueva Melania. Reconozco que nunca me cayó muy simpática, pero creo que cuando está lejos de su marido es mucho más natural, y hasta puede parecer maja. Claro que el entorno también hace bastante. Esta mañana estuve un buen rato repasando las imágenes. Ella, con sus pantalones de montar, sus botas y su camisa blanca, dándole un biberón a un elefantito bebé o cogiendo en brazos a un niño lindísimo... Se le veía tranquila y relajada. Creo que nunca antes la había visto reírse, siempre tiesa como un palo con esa mirada gélida en todos los actos oficiales. Me quedo con esta Melania.
el notición
La figura de cera de Isabel. Imagínense mis ojos de sorpresa cuando el miércoles abro un correo en mi bandeja de entrada. «Isabel Preysler inaugurará su escultura en el Museo de Cera de Madrid el jueves 11 de octubre a las 20 horas». No sabía si reír o llorar. Confieso que ya estoy ansioso por que llegue ese momento. Tanto que este viernes incluso entré en la web del museo para ver si daban más detalles. Y me encontré de casualidad con un texto sobre el momento en el que los creadores del centro propusieron a Dalí estar entre los personajes representados. No me voy a extender, pero léanlo, porque merece la pena. Y lo dicho, la semana que viene espero poder enseñarles las fotos de Isabel con su alter ego de cera.