Las garrapatas de Galicia aún no portan el virus que mató a un hombre en Ávila

mateo casal / r.r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Es la segunda víctima por fiebre hemorrágica, un riesgo muy bajo en la comunidad

10 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Segundo fallecido en España por una picadura de la garrapata que actúa como vector de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. En el 2016 llegó la primera muerte: un hombre de 62 años que paseaba por un campo de Ávila sufrió la picadura de este artrópodo. Y la historia se repite. Otro varón, de 74 años, falleció anteayer en Ávila al sufrir una mordedura de Hyaloma, el nombre científico de la especie, mientras cazaba en julio en Helechosa de los Montes (Badajoz).

Sin embargo, no es necesario alarmarse. El riesgo de adquirir la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo por la picadura del animal en Galicia es «extremadamente baixo», como confirma la Consellería de Sanidade. Según los datos de la Universidade de Santiago, no se ha identificado ninguna garrapata portadora del virus en Galicia. No obstante, la Rede Galega de Vixilancia de Vectores (Regavivec), centrada en insectos transmisores, extendió hace unos meses la vigilancia a las garrapatas, a través de un convenio suscrito entre Sanidade y Medio Rural con la USC. Por precaución.

La patología es transmitida por ejemplares del género Hyalomma, que se localizan en las zonas secas del centro de la península. «Hay muy pocas garrapatas de esta especie en Galicia y sería muy raro encontrar algún caso», reafirma Antonio Oteo, director del Centro de Rickettsiosis y Enfermedades transmitidas por Artrópodos Vectores de La Rioja. Fue el primero en localizar el patógeno en España (en el año 2010 en Cáceres) y explica que desde entonces sabían que existía el riesgo de que produjese una infección, aunque siempre de forma aislada. Con todo, las autoridades sanitarias están realizando un seguimiento a un centenar de personas que tuvieron contacto directo con el fallecido, que murió en Ávila, y poder evitar así nuevas infecciones, como ocurrió hace dos años, cuando el afectado contagió la enfermedad a la enfermera que lo cuidaba.

Los síntomas se caracterizan por la caída de plaquetas, fiebre alta, manchas en la piel o alteraciones en la coagulación. Sin embargo, aunque el paciente entre en contacto con el virus, el cuadro de fiebre hemorrágica solo lo desarrollan uno de cada cinco pacientes. «Las condiciones del enfermo tienen mucho que ver, por eso se da en personas de avanzada edad», dice Antonio Oteo.

«Las garrapatas parasitan a ciervos, gamos o jabalíes. Las zonas con hierba alta y ganado son las más peligrosas», cuenta Antoni Trilla, experto en enfermedades infecciosas y jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona. Por ello aconseja usar ropa y calzado adecuado para el campo, aunque «se puede hacer vida normal, ya que no existe riesgo para la salud púbica». Destaca que no es necesario poner el foco en los perros, ya que estas garrapatas se ubican en «animales salvajes».

ZONAS DE RIESGO 

Centro de la península. Lugares secos

La localización de las garrapatas se centra en comunidades autónomas como Castilla y León, Extremadura o Castilla- la Mancha. Las zonas centro y sur del país son propensas, debido a su aridez y la presencia de densidades elevadas.