Radiación concentrada para matar el tumor cerebral

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Sergas

El hospital de Santiago introduce en Galicia una sofisticada técnica de radiocirugía mucho más precisa

27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aplicar radiación para eliminar las células cancerígenas en un tumor en el cerebro es una de las intervenciones más complejas. Y más si existe una metástasis de por medio. Hay que hilar muy fino. La radiocirugía, una forma avanzada de radioterapia que permite concentrar altas dosis de radiación de forma localizada en una única sesión, ha supuesto un gran avance en los últimos años. Pero para obtener la mayor precisión es necesario colocar adecuadamente al paciente en el acelerador para exponerlo justo en el foco de emisión, una operación nada fácil que se realiza de forma manual y que requiere entre veinte y treinta minutos. Cualquier desviación, en los movimientos giratorios de la camilla, puede hacer desviar el disparo. La alternativa para evitar fallos y alcanzar una mayor precisión pasa por automatizar el proceso, lo que se ha conseguido mediante la introducción en el acelerador de un sistema denominado ExacTrac. Es lo que se ha hecho en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (Chus), que ha desarrollado una sofisticada técnica, pionera en Galicia, que permite la combinación de la radiocirugía con el posicionamiento automático y planificado del paciente en el momento de recibir la radiación.

No solo se ha conseguido que los haces energéticos encargados de destruir las células malignas se enfoquen directamente hacia la zona tumoral, con lo que se evita dañar otras sanas y se reducen los efectos secundarios, sino que los tiempos de la intervención se reducen de forma considerable.

«Antes, para tratar una lesión se necesitaban entre 30 y 45 minutos y ahora lo podemos hacer en dos o, como máximo cinco minutos», explica Antonio Caamaño, responsable del servicio de Oncología Radioterápica del Chus. No es su única y más importante ventaja, ya que si antes solo se podían tratar dos o tres lesiones como máximo por sesión, ahora se pueden intervenir entre 20 y 30. «Al ser una técnica más precisa -indica Caamaño- te permite dar más dosis en el tumor y menos en la zona de alrededor, con lo que la toxicidad es muchísimo menor».

Con el sistema ExacTrac instalado en el acelerador Truebeam, uno de los donados por Amancio Ortega y que se conoce popularmente como El Amancio, aunque en otras zonas de España lo denominan Zaratron, se consigue aumentar la velocidad, precisión y exactitud en el posicionamiento del paciente, alcanzando una precisión submilimétrica. El mismo equipo se está instalando en el Meixoeiro de Vigo.