«Teño moitos buracos que tapar»

Alejandro Martínez SALVATERRA / LA VOZ

SOCIEDAD

Alejandro Martínez

Seis vecinas de Salvaterra, entre ellas la lotera, se llevan el cuarto mayor premio de la historia del sorteo

25 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lluvia de millones en Salvaterra de Miño que se van repartir seis vecinas. El premio especial de la Lotería Primitiva dejó 46 millones de euros. El boleto fue validado en la administración de lotería del Bazar Santos, ubicado en el centro del municipio. Semejante montaña de dinero no se va a ir muy lejos, porque Silvia González, empleada de la tienda, es una de las agraciadas, junto con otras cinco amigas con las que compartió la apuesta.

No lo supo hasta una hora y media después de haber abierto el establecimiento. Para entonces, la dueña, Marisa Santos, ya había abierto una botella de champán. Estaban esperando que el alcalde les trajera un espumoso, producto local al que el mes que viene dedicarán una fiesta. Desconocían quién podía ser el afortunado. Sospechaban que podría ser algún cliente del otro lado de la frontera.

Muchos portugueses compran lotería en esta tienda, que lleva más de cuatro décadas abierta. El otro día repartieron otro premio de 33.000 euros. «Que controle porque es muchísimo dinero, es una barbaridad», deseaba Marisa al afortunado ganador.

Pero en esto llegó una de las amigas de Silvia que participaron en el sorteo. La mujer desconocía que podía estar llevando 46 millones de euros en el bolso. Entregó el boleto a la empleada y la máquina lo confirmó. Su boleto contenía los números de la suerte, los seis aciertos más el complementario. El 11, 45, 35, 9, 3 y el 33. Las seis amigas de Salvaterra fueron las únicas acertantes del premio especial que las convierte en multimillonarias. Se llevan el cuarto mayor premio de toda la historia del sorteo: 46.331.069 euros.

El grito de alegría de Silvia se escuchó fuera del establecimiento. Lo hizo con todas su fuerzas. Parecía que le iba a dar un infarto. Le costaba respirar de la emoción. «Calma, calma», dijo un cliente que se encontraba dentro del establecimiento. Cuando por fin pudo articular palabra, Silvia dijo «estoy muy contenta».

«¡Sigue trabajando, eh!», bromeó Marisa. Pero posiblemente tendrá otros planes en el futuro más inmediato. Silvia corrió a firmar el boleto. Su obsesión era depositarlo en el banco lo antes posible. «Acabo de saltar no aire», le dijo a una de sus compañeras de la peña para darle la noticia.

Después llegó otra de las afortunadas y estallaron juntas de alegría. «Teño moitos buracos que tapar: a hipoteca e vaime vir o primeiro netiño, e repartirei entre os fillos», dijo Ángeles, otra de las ganadoras. El establecimiento fue una fiesta. Numerosas personas acudieron para felicitar a las agraciadas.

«Carmen, que sois millonarias, ven para aquí si quieres». Así avisaba Marisa a otra de las afortunadas. «Es una gran alegría. Tenemos dificultades, como cualquiera y esto es más de lo que nos podíamos imaginar», dijo de otra de las ganadoras del premio, que habrán de repartirse a partes iguales entre las seis. Una madre y sus dos hijas, así como una pequeña empresaria de la localidad se encuentran entre las afortunadas.

El boleto fue vendido a través del sistema automático de máquina en la administración mixta de la calle Fonte da Vila número 7.