Una de cada cinco españolas sufre abusos en las redes sociales

Europa Press

SOCIEDAD

Atlas TV

Casi la mitad de las víctimas se sintieron amenazadas físicamente

20 nov 2017 . Actualizado a las 19:53 h.

Amnistía Internacional ha elaborado una encuesta a mujeres de ocho países, entre ellos España, en la que el 23 % reconocen haber sufrido abusos en las redes sociales. En el caso de las españolas el porcentaje baja ligeramente, a una de cada cinco, mientras que en Estados Unidos reconocen haber pasado por esta situación el 33 % de las encuestadas.

De las mujeres que han sufrido abusos en las redes casi la mitad han sentido amenazada su integridad física, llegando a padecer estados de ansiedad, estrés o incluso ataques de pánico. Amnistía Internacional preguntó a las mujeres qué tipo de acoso recibían las víctimas, y en la mayoría de los casos se trata de comentarios misóginos o sexistas. Lo curioso es que el 60 % de los comentarios procedían de completos desconocidos. 

Amnistía Internacional denuncia que Internet puede llegar a convertirse en un lugar temible y tóxico para las mujeres, ya que en las redes proliferan la misoginia y los abusos. Pero, destacan los autores de esta encuesta, son llamativas las consecuencias de los abusos. En este sentido, el 52% de las encuestadas en España y el 61% en el conjunto de países dijeron que tenían la autoestima más baja o habían perdido confianza en sí mismas como consecuencia de esos abusos. Entre las españolas, por ejemplo, el 51% reconocieron haber experimentado estrés, ansiedad o ataques de pánico, el 55% señalaron que había tenido problemas para dormir y el 44% apuntaron problemas de concentración durante periodos largos.   

La investigadora de Tecnología y Derechos Humanos en Amnistía Internacional, Azmina Dhrodia, recuerda que el 76 % de las mujeres realizaron cambios en su forma de usar las redes sociales tras estos abusos, un 54 % en España.  El peligro especial de los abusos en Internet es la rapidez con la que pueden proliferar «un tuit insultante puede convertirse en minutos en un aluvión de odio focalizado. Las empresas de redes sociales deben empezar a tomarse en serio realmente este problema», señala Dhrodia.