El Sergas urge a reducir el uso de algunos antibióticos

E. Á. SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PILI PROL

En el 2016 se prescribió al menos uno al 39 % de las mujeres y al 30 % de los hombres

20 nov 2017 . Actualizado a las 12:43 h.

En junio el Ministerio de Sanidad y las comunidades se marcaron el objetivo de reducir las cifras de consumo de antibióticos. España está entre los países de la UE con mayor uso en atención primaria y por debajo de la media en el ámbito hospitalario. Lo mismo ocurre en Galicia. El Sergas, desde su dirección de Saúde Pública, ha publicado un informe sobre el uso ambulatorio de antibióticos durante el año 2016. Y la conclusión es que, como en años anteriores, en Galicia «urxe especialmente» una reducción en el uso ambulatorio de algunos de estos medicamentos, en concreto de la amoxicilina-clavulánico y de otros como las cefalosporinas de tercera generación. El análisis insta a que se incremente el de las penicilinas sensibles a betalactamasas. El año pasado el 39 % de las mujeres y el 30 % de los hombres consumieron al menos un antibiótico dispensado por el Sistema Nacional de Salud. En verano se dispensan menos y en invierno más, mientras que Ourense y Vigo son las áreas sanitarias con una mayor prescripción de antibióticos, por encima de la media gallega, mientras que Santiago es la zona en donde hay menor consumo.

El principio activo más prescrito en el 2016, y con enorme diferencia sobre el resto, es la amoxicilina-clavulánico, con el 43 % del total de dosis por habitante y día. El siguiente, la amoxicilina sola, supuso el 14 %.

El consumo en los niños

Con motivo del Día Europeo del uso Prudente de los Antibióticos, la Asociación Española de Pediatría ha lanzado también un mensaje de alerta sobre el mal uso que se hace de estos fármacos desde la edad pediátrica. Los profesionales recuerdan que los virus, causantes de más el 90 % de las infecciones en los primeros años de vida no se tratan con antibióticos, y sin embargo se estima que un niño menor de tres años ha recibido entre dos y tres ciclos de antibióticos.

Los pediatras insisten en que estos fármacos no tienen efectos analgésicos, por lo que no alivian ni el dolor de cabeza, oídos o garganta, ni quitan la fiebre ni curan un resfriado. Además su uso indebido provoca el desarrollo de resistencias a los mismos por parte de los microorganismos, por lo que dejan de tener eficacia.