«España es una potencia dormida en cuanto a proyectos con drones»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Richard Vinuesa es una autoridad mundial en tecnología punta y, en especial, en drones. Lo avala su experiencia al frente de DroneConsultant y su trabajo como editor en «Le Journal du Drone»

31 mar 2017 . Actualizado a las 08:25 h.

Richard Vinuesa (Burdeos, 1968) es una autoridad mundial en tecnología punta y, en especial, en drones. Lo avala su experiencia al frente de DroneConsultant y su trabajo como editor en Le Journal du Drone. Francés con raíces abulenses, «en plena sierra de Gredos», como asume con orgullo, se reconoce además admirado por la apuesta realizada en el polo tecnológico lucense de Rozas. Quizás por eso se plantó sin exigir compensación económica en el Primer Congreso Internacional de Drones de Galicia, que hoy arranca en Ourense, organizado por la Asociación Galega de Graduados e Enxeñeiros Técnicos de Telecomunicacións.

-Es el director técnico de Expodrónica, una feria especializada y con gran arraigo en nuestro país. Aquí lo de los drones tiene calado.

-España es una potencia dormida en cuanto a proyectos con drones. Y lo es porque falta legislación, es su único problema. Hay universidades con gente muy capacitada, ingenieros de todo tipo para llegar a un producto muy válido. Pero sin legislación no se puede hacer nada y, al final, todo ese potencial se irá fuera. En cuanto a un chaval con un buen proyecto le hagan una oferta en Estados Unidos o China, no se lo pensará mucho. Lo hemos visto en Francia. En 2012 se aprobó la legislación y poco después llegó capital exterior y nacional.

-¿El quid de una nueva legislación es levantar la prohibición de los vuelos en casco urbano?

-Desde luego. Por citar solo un ejemplo, las inspecciones técnicas que se pueden realizar en cualquier ciudad serían más baratas para sus habitantes si se realizaran, en muchos casos, a través de drones. Para ver un tejado, sin ir más lejos, en vez de montar un andamio con un dron saco tres mil fotos en 3D y en cero coma realizo una inspección perfecta. La legislación está escrita, pero todavía no ha pasado por las altas instancias.

-¿El abanico de utilidades es cada vez más amplio?

-Las aplicaciones son casi infinitas, pero yo insisto en que detrás de cada aplicación hay un profesional. Si es un trabajo de topografía, el topógrafo ya sabe lo que necesita. Si es para un cámara de televisión, él sabe también lo que quiere conseguir. Y así en todo, vigilancia, bomberos y una serie de profesiones que con el dron verán facilitada su actividad diaria.

-Es también fundador y vicepresidente del colectivo europeo que organiza las carreras de drones. Hablamos de un espectáculo de incuestionable futuro.

-Es un deporte con dos plataformas, una que se parece mucho a la Fórmula 1, muy comercial, donde muchas marcas quieren darse a conocer. Luego está la adrenalina, la chispa, el espectáculo en sí. Y todo eso con más seguridad, porque aunque se rompa el dron, el piloto sale vivo. Llenamos estadios y metimos a 150.000 personas en los Campos Elíseos. A raíz de eso, hay un parque de recreo para drones, autorizado por el Ayuntamiento de París. Pero es verdad que debemos vestir el deporte para el público, porque se distorsiona por los drones militares.

-¿Un joven como Luke Bannister llegará a ser tan famoso como una estrella del fútbol?

-Quizás tarde algún tiempo, pero terminaremos viendo carreras de vainas como las de Stars Wars, tripuladas y no tripuladas. Luke es el prototipo de deportista joven en un mundo tecnológico, apetecible para ser imagen publicitaria y como él hay más.