Alejandro Vega: «Antes, tener un repetidor te daba el poder absoluto y hoy no significa nada»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Álvaro Ballesteros

Defiende que la tele del futuro pasa por un consumo personalizado y una experiencia distinta según el dispositivo

26 ene 2017 . Actualizado a las 08:22 h.

Ha vivido muchos cambios en lo que a televisión se refiere. En 1989 cruzó por primera vez la puerta de RTVE. Hoy sigue en la cadena pública, pero al frente de RTVE Digital. Alejandro Vega (Madrid, 1968) es uno de los participantes en DICO Summit 2017, un encuentro sobre contenidos digitales organizado por la Amtega y los clústeres TIC y audiovisual de Galicia.

-¿Ha muerto la televisión tradicional?

-Morir no, y de hecho lo datos lo constatan. Se consume más contenido que nunca y el consumo tradicional, la televisión lineal, no desciende significativamente. Aumenta el consumo en otras plataformas. En España y Europa vamos a un ritmo diferente al de Estados Unidos, donde el consumo de televisión desciende y se incrementa el de plataformas online.

-¿Esto va por edades?

-La gente joven cada vez consume menos televisión tradicional, eso está claro, y posiblemente consuma canales de televisión tradicional en otras plataformas. Pero el acceso a contenido no lineal todavía no es tan rápido como el de la tradicional. Tú llegas a casa, le das a un botón y estás viendo un canal de televisión. Pero en televisión no lineal es difícil encontrar un contenido en menos de cuatro, cinco, seis clics. Eso dificulta que las personas mayores, las menos acostumbradas al mundo digital, accedan a esos contenidos. Pero van migrando, ¿eh?

-Lleva desde 1989 en RTVE. Ha visto mucho. ¿Cuál es el futuro?

-He visto bastante [sonríe]. Ha cambiado la empresa y creo que tiene que cambiar más, no solo por los hábitos de consumo, también por las limitaciones y regulaciones legales. Se está hablando mucho de que en Europa se va a imponer un apagón de la TDT para el 2030. Si en ese año no hay TDT tendremos que reinventarnos. Este mundo ha cambiado. Hasta hace unos años tener un poste de repetición te daba el poder absoluto y ahora no significa nada. Cualquiera puede hacer un canal de televisión y distribuir contenidos.

-Y los espectadores ya no se ponen a ver «lo que echan».

-Es así. Tiene que haber un prescriptor y tiene que seguir habiendo una televisión porque hay un público que se acostumbra, pero cada vez hay un consumo más personalizado, basado en recomendaciones, tus gustos y tus hábitos de consumo. Netflix es un claro ejemplo, pero es difícil competir con ellos porque son un gran monstruo que invierte 700 millones de dólares al año solo en tecnología y nosotros una hormiguita que tiene un presupuesto total anual que no llega a los mil millones. Y esta hormiguita tiene que buscar su espacio y tenemos que reinventarnos.

-¿Esos monstruos digitales acabarán fagocitando la televisión?

-Yo creo que no. Culturalmente, veo difícil la desaparición de la tele tradicional. Otra cosa es el medio de emisión. Y hay otra cosa muy importante. Al final los tres grandes grupos de comunicación en España somos los grandes impulsores de la creación audiovisual. Si desaparecemos le hacemos un daño tremendo al mercado, porque ese lugar es difícil que lo ocupen estas grandes.

-Hace años, los chicos de «Muchachada Nui» pidieron que los que veían el programa por YouTube se pasaran a la tele por cuestión de audiencias. ¿Llega a penalizar el consumo digital?

- Puede penalizar en audiencia, pero no en otras cosas, porque haces reputación de marca, fidelizas al usuario... Esto es un debate amplio que hemos tenido. Esto cuesta mucho en una empresa de broadcast tradicional como RTVE, pero se van dando cuenta de que todo lo que hacemos en el entorno digital favorece a los resultados de cadena tradicional. No le suma audiencia 100 %, pero sí otras muchas cosas: reconocimiento, seguidores...

«Veo difícil la desaparición de la tele tradicional. Otra cosa es el medio de emisión»