El Roma tradujo su carta a ocho idiomas entre ellos chino, japonés y coreano
19 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La proliferación de peregrinos extranjeros en el Camino Francés obliga a los locales de hostelería a internacionalizarse. Uno de los que mejor se ha sabido adaptar es el Restaurante Roma de Sarria, cuyos responsables, José y Vicente Fontal, han decidido desde hace años imprimir sus cartas en varios idiomas, entre los que están el chino, el coreano y el japonés, además de francés, italiano, alemán o inglés. Les falta el portugués, carencia que pretenden solventar de inmediato.
La especialidad del establecimiento es la carne de ternera gallega en cualquiera de sus variantes, aunque destacan especialmente por el churrasco y el chuletón. La prueba evidente de la calidad de su carnes a la brasa es que el local es conocido en toda la comarca de Sarria como La Parrilla.
Los clientes que no sean carnívoros pueden estar tranquilos si visitan este establecimiento, ya que también podrán disfrutar de la buena cocina eligiendo productos de la completa oferta vegetariana con la que cuenta el local desde hace años.
La abundancia de la carta tanto en entrantes como en platos fuertes o postres es otra nota distintiva de un negocio que abrió sus puertas en 1930 y que ha sabido mantener las recetas tradicionales de hace casi un siglo con creaciones novedosas. Los clientes que tengan entres sus manos una carta de este local por primera vez seguro que se llevarán una grata sorpresa al comprobar que disponen hasta de una docena de platos de cuchara entre los que escoger.
La carne es la estrella, pero tampoco se puede despreciar la oportunidad de probar pescado de crianza o salvaje, así como los mariscos, entre los que tienen un lugar preferente las almejas, gracias al toque especial de la tradicional salsa Vicenta, así como los arroces.
Los postres son todos caseros y el único problema que presentan, sobre todo para los más golosos, es que la oferta es amplia y resulta complicado elegir.
Las tradicionales cañas de crema, flanes de todo tipo, brazo de gitano, crepes de todos los sabores o milhojas son algunas de las opciones entre las que pueden escoger los clientes, pero la mejor manera para tener una digestión perfecta es decantarse por una selección de helados artesanos en la que no pueden faltar los de orujo o queso de O Cebreiro. Si la visita al local es en época navideña es más que recomendable apostar por probar alguna de las múltiples variedades de turrones artesanales.
Con una carta que permite comer por 20 euros, la relación calidad precio es excelente.