Setenta parejas gallegas están pendientes de la nulidad canónica

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Eva Pastoriza

Solo Santiago suspende «de facto» las sentencias en primera instancia hasta que entre en vigor la reforma y ya no sea necesario un segundo fallo

11 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia hay ahora mismo unas 70 parejas pendientes de recibir la nulidad canónica en primera instancia, y aquellas cuyo fallo se emita después del 8 de diciembre ya no necesitarán ratificación, lo que ahorrará tiempo y dinero a los afectados. Consultados los cinco obispados gallegos, solo en el de Santiago habrá una suspensión de las sentencias hasta que sea efectiva la reforma, pero no tanto por una decisión tomada tras el anuncio del Vaticano sino porque el tribunal reserva los últimos meses del año a ver los casos de la segunda instancia -hasta ahora, todos los gallegos-, que en el 2014 supusieron 22 sentencias. El obispado de Mondoñedo-Ferrol no ha decidido si suspenderá los fallos hasta que se confirme la retroactividad de la reforma establecida por Francisco con el último motu proprio; el resto de tribunales anuncia que seguirán publicando sentencias con normalidad a pesar de la diferencia que supone para las parejas no tener que acudir a la segunda instancia.

Por precio, el mejor es Santiago

Tampoco hay una norma común en Galicia en lo que al precio se refiere, y así hay tasas que van de los 400 euros de Ferrol a los 1.500 de Vigo. El mejor tribunal desde el punto de vista económico para tramitar la nulidad es Santiago, porque allí, desde hace unos 25 años, no hay que llevar ni abogado ni procurador, que suelen cobrar unos 1.500 euros mínimo. El vicario judicial, Daniel Lorenzo, lo explica: «Tenemos un modelo de asistencia que funciona muy bien, y es que se tramita todo con los trabajadores del tribunal, y eso también hace más ágil el proceso. Siempre hay quien quiere traer su propio abogado, pero son uno o dos casos al año. Al resto, da igual los ingresos que tengan, le sale gratis esta parte, así como las pruebas periciales si se necesitan». Sí es cierto que Santiago tiene tasas como el resto de los tribunales, que son oficialmente de 900 euros, aunque «la media que se paga está entorno a los 500, porque hay muchos descuentos y numerosos casos gratuitos». El precio de la segunda instancia -que en Galicia solo tiene Santiago- es de 400 euros-.

La gratuidad propuesta por el Vaticano para los procesos se considera algo relativo en Galicia. Desde Ourense se explica que «desde siempre se ha tenido claro que el factor económico no ha de ser un obstáculo para que alguien pueda iniciar un proceso de nulidad. Por ello se estudia cada caso y se concede la gratuidad o semigratuidad a quien acredite su necesidad», y esa filosofía la comparten el resto de los tribunales.

El vicario judicial de Vigo-Tui, Juan Carlos Sendón, reconoce que «cada vez tenemos más causas de justicia gratuita, en ese sentido hemos notado mucho la crisis». Pero además apunta que la idea del papa de hacer el proceso asequible tiene una lectura global, para todo el mundo: «El papa -dice Sendón- tiene la experiencia de Argentina, donde hay que desplazarse muchísimos kilómetros para tramitar una causa y se destaparon casos de corrupción en los que jueces cobraban por resolver favorablemente». En España, con un 95 % de sentencias que confirman la nulidad y tribunales muy cerca de la población, esos problemas resultan ajenos.

Sin miedo a una «avalancha»

Por eso, ninguno de los obispados gallegos cree los cambios en la normativa vayan a suponer una avalancha de peticiones de nulidad: «No creo que la reforma -dice Sendón- facilite que venga más gente, porque para mí el problema de fondo es de fe. Muchas personas se vuelven a casar solo por lo civil porque hacerlo por la Iglesia les importa poco». Por su parte, el vicario santiagués ofrece un matiz diferente: «No creo que haya avalancha porque la nupcialidad ha descendido, y quizás la reforma llega con un cierto, sino claro, retraso». Lo que sí espera Lorenzo es que el eco mediático informe a los católicos de las opciones que tienen.