«Rossetta» arriesgará para acercarse a «Philae»

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El objetivo es poder comunicar bien con el aterrizador, y que este pueda acometer experimentos que podrían desbloquear algunos de los secretos del sistema solar

18 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Agencia Espacial Europea (ESA) planea una arriesgada maniobra para conseguir que su nave espacial Rosetta se acerque más al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que está orbitando. El objetivo es poder comunicar bien con su aterrizador Philae, y que este pueda acometer experimentos que podrían desbloquear algunos de los secretos del sistema solar.

Philae sorprendió a los científicos el pasado fin de semana tras despertar de un letargo de siete meses y enviar una señal a la Tierra. Su histórico aterrizaje en el cometa en noviembre pasado se vio empañado cuando rebotó hasta una posición demasiado oscura para alimentar sus paneles solares.

A medida que el cometa se mueva más cerca del Sol, los científicos esperan que Philae sa capaz de generar suficiente energía para reanudar sus experimentos pre-programados.

Pero con el fin de recibir los datos, Rosetta tendrá que acercarse más al cuerpo celeste, a una órbita de unos 180 kilómetros, en comparación con los alrededor de 220 a 240 kilómetros de ahora.

Se trata de un movimiento arriesgado en un momento en que el cometa se acerca al punto de su órbita más cercano al Sol, el 13 de agosto, y expulsa polvo que puede bloquear el equipo que Rosetta utiliza para orientarse.

«El cometa es un objeto muy, muy activo en este momento, un poco como un coche a través de una tormenta de nieve», explicó ayer en París Elsa Montagnon, responsable de vuelo de Rosetta en la Agencia Espacial Europea.

Los científicos esperan analizar muestras de perforación de este cometa de tres por cinco kilómetros, cuyos resultados podrían dar detalles sobre cómo los planetas, y posiblemente también la vida en la Tierra, han evolucionado. La roca y hielo que forman los cometas preservan moléculas orgánicas antiguas como una cápsula del tiempo.

El plan es comenzar con los experimentos menos arriesgados, como el uso de instrumentos para «oler» la atmósfera, antes de poner a Philae a perforar en la superficie para analizar las muestras, probablemente en los próximos meses, en lugar de semanas, dijo Philippe Gaudron, gerente del proyecto europeo.