Los profesores franceses se alzan contra la reforma de la secundaria

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PHILIPPE DESMAZES | AFP

El Gobierno reduce el peso de historia, latín y griego, y potencia los idiomas

20 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El 32 % de los estudiantes franceses cuyos padres son trabajadores manuales dejan los estudios antes de los 16 años; en el caso de las familias acomodadas (profesionales liberales), solo el 5 % planta su formación antes de tiempo. Esta es la premisa que ha servido a Najat Vallaud-Belkacem, ministra francesa de Educación, para presentar una reforma de la educación secundaria (de 11 a 15 años) que entrará en vigor el próximo curso y que ha alzado en su contra a los sindicatos de profesores. Ayer se echaron a la calle para protestar, aunque sin mucho éxito, pues el seguimiento del paro fue del 50 % según los cinco sindicatos convocantes y del 25 % según el Gobierno; la marcha en París apenas reunió a 10.000 personas. Los padres, en general, están a favor de la reforma.

Las críticas a Najat Vallaud-Belkacem -joven (37 años), de origen marroquí y musulmana- le han llegado desde algunos intelectuales y la derecha. Le achacan que presente la reforma a toda prisa (lleva 9 meses en el ministerio); de aligerar la historia de Francia, que es tanto como decir la identidad nacional francesa, ya que solo algunos temas serán obligatorios; de minimizar las relaciones con Alemania (al desaparecer la opción de estudios bilingües) y con el resto de Europa frente al auge de idiomas ajenos al continente; de igualar a los estudiantes «por abajo» en cuanto a exigencia; y de ceder ante el empuje del islam frente a la tradición cristiana europea. El expresidente Sarkozy la consideró «campeona» en «el combate desenfrenado por la mediocridad».

En cambio, Vallaud-Belkacem cuenta con el apoyo del primer ministro, Manuel Valls, y del presidente Hollande, quien dijo ayer desde Alemania -Berlín había protestado por la eliminación de los estudios bilingües- que «la reforma debe garantizar a la vez el éxito de todos y la excelencia, que no es un privilegio, es un derecho. Ese es el espíritu que anima esa reforma».

Este apoyo intenta responder a los problemas académicos de Francia. El país ha descendido puestos en el informe PISA, que revela además que es uno de los menos igualitarios del mundo. «En lugar de utilizar la escuela con fines partidistas, invito a que nos encontremos en lo esencial: el interés de nuestros niños», dijo Manuel Valls en una tribuna en el diario de izquierdas Libération.

El primer ministro añadía: «El debate no está en la enseñanza del latín, el griego o el alemán (...). Queremos elevar el nivel para todos. No me puedo contentar con que unos tengan menos oportunidades que otros. Es una reforma profundamente de izquierdas, que ataca principalmente a las desigualdades».

Similitudes con España

El debate educativo francés también tiene semejanzas con España. Por ejemplo, la nueva ley dotará de más autonomía a los centros, que dispondrán de un 20 % de las horas lectivas para dedicarlas a proyectos. Es decir, el Gobierno quiere fomentar el trabajo en equipo, enseñar a los niños franceses a debatir, a tratar temas transversales y a adaptarse a las necesidades del mundo actual. Esto supone que muchos profesores tendrán que dar asignaturas diferentes a las suyas, como ocurre en la enseñanza por proyectos, que fusiona diferentes disciplinas. Por ejemplo, los temas a tratar son tan genéricos como Desarrollo sostenible, Mundo económico y profesional o La cultura y la creación artística.

Cambios en la «ESO»

Los idiomas, antes. La segunda lengua extranjera será obligatoria en 6.º (6.º primaria), cuando ahora comienza en 5.º (equivalente a 1.º de la ESO).

Menos alemán. El 15 % sigue estudios bilingües de alemán; el Gobierno va a eliminar esta opción y los profesores de alemán están indignados.

Sin latín y griego. Estas lenguas no se ofrecerán. Se enseñará de forma transversal cultura clásica y la aplicación del latín y griego al francés.

Conocer el islam. La asignatura del islam se estudia en 5.º, pero el problema es que la materia de Cristianismo Medieval pasa a ser optativa. El cristianismo y judaísmo se estudian un año antes (6.º) y la herencia cristiana, en primaria.