¿Cuál es la época más feliz del año?

Sol Piñeiro

SOCIEDAD

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EL BLUE MONDAY ES UNA ESTAFA Llevan 10 años contándonos que el 19 de enero es el día más triste del año, pero nada más lejos de la realidad. Los lunes son más tristes que los viernes, pero eso también depende de nosotros.

27 ene 2015 . Actualizado a las 00:03 h.

El lunes nos despertamos con la sensación de estar viviendo el día más triste del año. Algo que nos llevan contando periódicamente desde 2005. Al parecer las fórmulas de un científico de la Universidad de Cardiff lo apoyaban. Sin embargo, el martes nos los creímos un poco menos, el miércoles otro poco, así hasta hoy, que apenas le damos credibilidad y tenemos hasta cierta sensación de no haber vivido un lunes tan malo. Los lunes siempre son tristes. Por lo menos más tristes que los viernes, y esto es porque, según avanza la semana se alimenta la ilusión del fin de semana, como explica el psicólogo Manuel Fernández Blanco. Blanco nos reafirma en nuestra teoría de que el Blue Monday (que a ver por qué el azul es un color triste, si nos recuerda al mar, a un día soleado, a un baño en la piscina....) es un fracaso. «Efectivamente, las variables que han utilizado no son compatibles, y sobre todo no se pueden cuantificar. Es una muestra burda de que el cientifismo es todo lo contrario a la ciencia». Y es que cómo medimos que los lunes son siempre tristes, y si nos tocara la lotería o naciera nuestro hijo; que hemos gastado más de lo habitual; igual no están los tiempos para invertir mucho; que el tiempo atmosférico es malo; y si no estuviéramos atravesando esta ciclogénesis; que hemos fracasado con los buenos propósitos, y si llevo tres semanas sin fumar o yendo al gimnasio; que estamos poco motivados, y si resulta que el 2015 va a ser mi año. La felicidad no existe Fernández Blanco se aferra al fracaso del cuantificar la felicidad por varias razones. Primero. Los días no son felices, son los sujetos. Y las personas son más o menos felices cuando la vida les sonríe, y se sienten menos culpables o por lo contrario hay desgracias dadas por la vida en la salud, en la familia o en el trabajo y se sienten más inferiores. «Si hubiera un factor cualitativo no depende de fechas, de un calendario o del sol, sino de si la vida sonríe al sujeto». Segundo. No está demostrado que el tiempo tenga ninguna correlación con la época del año en la que nos encontramos. Es más, según un estudio realizado en las islas Canarias, las urgencias psiquiátricas se incrementan en la época estival y en los días despejados. Esto es así porque en general, si uno se encuentra bien un día luminoso le puede alegrar un poco más, pero un día oscuro hará lo posible por sacarle partido, es decir, disfrutará independientemente del clima. Sin embargo, si uno no se encuentra bien, el buen tiempo puede ser sinónimo de imperativo, porque la imposición de salir o relacionarse si hace sol es mayor. En cambio con el mal tiempo encontrará consuelo quedándose en casa para evitar conflictos. Tercero. Aunque actualmente hay un empuje a ser feliz, la felicidad ha pasado de ser una posibilidad a ser un deber. «Si uno no consigue lo que quiere se siente fracasado, culpable de no serlo», explica Fernández Blanco. Por eso, continúa, uno nunca es lo suficientemente feliz. Cuarto. ¿Lo que me hace feliz a mí es lo mismo que te hace feliz a ti? Puede ser que sí, pero puede ser que no. Esta es la razón por la que cualquier cuestionario que valore nuestra felicidad del 1 al 10 o con POCO, BASTANTE o MUCHO son un intento de llevar un elemento cualitativo a un factor ordinal, y esto es un fracaso, porque señores, la felicidad no se puede cuantificar. Quinto. La felicidad es un bien escaso. Es un ideal de la civilización actual, no puede pretender ser un bien permanente, según explica el psicólogo, ya que vivimos ESCASOS momentos felices y por eso los recordamos todos. «Ser feliz es relativamente nuevo en la historia. En la Edad Media nadie se planteaba ser feliz, de hecho si preguntásemos cuál era su objetivo, seguramente contestasen que poder comer al día siguiente», comenta Fernández Blanco. Black Friday Y aunque dentro de unos meses, concretamente el segundo sábado de agosto, nos quieran vender que estamos ante el día más feliz del año ya sabemos que no será cierto. Que no hay días felices ni días tristes, que serán más o menos en función de cómo nos encontremos las personas. Que de momento solo existe el Black Friday, y para eso en Estados Unidos, que aquí los descuentos no llegan iguales, y el Martes de Carnaval y el Viernes Santo que para eso no se trabaja (algunos sí). El resto son días, días a secas, y como dice la canción todos los días son días de fiesta.