Los reyes llegan en septiembre a un cole gallego normal

Mar Gil LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

El Ben-Cho-Shey, en Pereiro de Aguiar, es el colegio elegido para que los reyes de España presidan el acto de inicio del curso escolar. Todo está listo, pese a los nervios

14 sep 2014 . Actualizado a las 21:39 h.

No tiene grandes singularidades que lo hagan destacar sobre los 380 centros de educación infantil y primaria de Galicia. Ni para bien ni para mal. Si acaso, su ubicación robinsoniana en la gran masa forestal de A Chaira (Pereiro de Aguiar), un cierto auge en la matriculación, que no es poca cosa en un rural que muere por inanición, y una afición efervescente por el ajedrez.

Por lo demás, el Ben-Cho-Shey, que el martes recibirá a Felipe VI y Letizia Ortiz en un acto oficial de inauguración del curso, es un colegio, fundamentalmente normal. Tiene los problemas de muchos: un horario poco adecuado a los ritmos familiares, un episodio reivindicativo para lograr la ampliación del edificio, escasez de espacio en el comedor, carencias en la docencia de inglés... No es, desde luego, un colegio típico del rural, aunque esté ubicado en un espacio absolutamente agreste; bien comunicado, sí, pero alejado de cualquier núcleo de población. En realidad, es el colegio de uno de los municipios que, por su proximidad a la capital provincial, apenas 6 kilómetros, se ha beneficiado en los últimos años del bum inmobiliario y el incremento poblacional. Las nuevas urbanizaciones de viviendas hicieron crecer la población infantil y eso repercutió en las matrículas del Ben-Cho-Shey, aunque muchos de los nuevos residentes siguen llevando a sus hijos a la ciudad o escogen uno de los dos centros privados ubicados en el municipio. Y en esto Pereiro sí que es singular: 6.000 habitantes y tres colegios.

«A xente sínteo así»

«Pero este é o colexio do Pereiro -matiza, con cierto orgullo, su director-; realmente a xente sínteo así. Os outros vénse como de Ourense aínda que tamén teñan nenos do Pereiro, por suposto». Sobre todo desde que, hace pocos años, recibieron con alivio el concierto con la Xunta.

Tras el bombazo de los dos primeros días, la visita de los Reyes perdió fuelle en el patio del Ben-Cho-Shey con el inicio del curso. El vaivén de mochilas y los abrazos apretados a las mamás conductoras se impusieron a la esperanza de comprobar la estatura del rey o ver el modelito de la reina. Pero fue un espejismo. En el fondo, el tema es ese y no deja de estar presente. Lo atestigua la presencia continua de trabajadores municipales, que están dejando pulido y reluciente un colegio que, realmente, no necesita muchos apaños. El año pasado estrenó un anexo al antiguo edificio, construido en 1985 como agrupación escolar de todo el municipio. Tiene 234 alumnos, 22 más que el curso pasado, 25 profesores y cuatro trabajadores no docentes. Es un clásico de Voz Natura, el programa medioambiental de la Fundación Fernández Latorre, y este año se estrenará en el programa Plambe de bibliotecas y en el plan de secciones bilingües, con clases de Plástica en inglés.

Por la ubicación aislada del colegio, todos los alumnos utilizan los servicios de transporte y comedor, una ventaja para muchos padres y también para los niños, entienden los profesores, porque facilita la interrelación, especialmente necesaria en un entorno semiurbano en algunos núcleos pero muy rural, demográficamente hablando, en otros.

«Aquí hai moitos alumnos que son os únicos nenos da súa aldea -expone el director, Antón Gómez-; en moitos sitios non hai Internet. O único contacto con outros nenos e co mundo é a escola así que, como escola, tócanos compensar as carencias do mundo rural galego».