El fútbol se come al carnaval brasileño

macarena soto SÃO PAULO / EFE

SOCIEDAD

Sebastião Moreira

La inspiración en el Mundial, que el país acoge este año, acaparó el arranque de los desfiles

02 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Mundial de fútbol del 2014 acaparó ayer el comienzo de los desfiles del Carnaval de Sao Paulo, cuyo sambódromo quedó inundado, además de por los motivos futbolísticos de las comparsas, por la lluvia y en ocasiones el granizo que dificultaron los primeros pasos de bailarines, músicos y carrozas.

A las 23.15 hora local, cumpliendo con el exigente horario de la organización, la escuela de samba Leandro de Itaquera inauguraba los desfiles del Grupo Especial, una especie de «serie A» del carnaval de la ciudad más poblada de Brasil en el sámbodromo de Anhembi, proyectado por el arquitecto Óscar Niemeyer y que reunió a 30.000 entusiastas espectadores. Así, 2.500 personas bailaron con la omnipresencia del balón del Mundial, Brazuca, que formó parte de hombreras, sombreros y el cuerpo central de la primera carroza. El desfile duró 65 minutos.

En un recorrido de 530 metros, la primera fila de la comparsa (uno de elementos que se evalúa por separado) surgió de un saque del portero bajo los palos: paraguas pintados de blanco y negro ocultaban al resto de la plantilla quienes finalizaron la jugada. Sin descanso, los once jugadores maravillaron con filigranas propias de futbolistas y tras los infinitos toques, volvieron a esconderse, esta vez bajo una bandera brasileña.

Tras ellos, apareció «el orgullo de las escuelas», como muchos denominan a la bandera que identifica a cada comparsa. La de Leandro de Itaquera, de franjas rojas y blancas, iba en las manos de una espectacular bailarina vestida con un corpiño ceñido y faldón con los colores patrios. Leandro y sus fieles siguieron bailando y cantando «Itaquera va a temblar, yo quiero ver al pueblo delirar», con la bailarina principal al final, la «musa» Andressa Urach, que con un disfraz de pedrería se llevó la atención de los presentes.

Tras la primera comparsa le siguió Rosas de Ouro, bicampeona del concurso paulista que representó el «túnel del tiempo» con la samba Inolvidable: «miro al cielo para no olvidarte nunca, mi carnaval inolvidable», decía la letra. Una hora después hizo aparición X-9 Paulistana que presentó los «momentos delirantes» que marcaron la historia de la humanidad. El vierners y el sábado le toca el turno a las escuelas de élite.