El papa pone fin a la era Bertone

ciudad del vaticano / AGENCIAs

SOCIEDAD

El pontífice nombra secretario de Estado del Vaticano al nuncio en Venezuela, Pietro Parolin

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El papa Francisco inició ayer la reforma de la curia romana poniendo fin a la era del todopoderoso y controvertido Tarcisio Bertone con el nombramiento del nuncio en Venezuela, el diplomático italiano Pietro Parolin, de 58 años, como nuevo secretario de Estado. Se trata de un hombre con un gran bagaje diplomático para mediar en el seno del gobierno vaticano.

Cada papa suele nombrar tras su elección a un nuevo secretario de Estado, su «primer ministro», por lo que la sustitución de Bertone no es una sorpresa. Pero esta vez se trataba de una decisión muy esperada después de que Bertone, de 78 años, quedara salpicado por el escándalo de las filtraciones de los documentos vaticanos (el llamado Vatileaks), en los que se lo acusaba de mala gestión y de abuso de poder.

Francisco cumple con la tradición de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI de que un papa no italiano nombra a un italiano como secretario de Estado, y apuesta por un diplomático con experiencia que conoce cómo funciona la curia romana, pues del 2002 al 2009 fue subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.

Aunque el nombramiento se anunció ayer, Bertone seguirá en su cargo hasta el 15 de octubre, cuando se producirá el cambio de consignas.

También aún está por definir cuál será el papel del nuevo secretario de Estado, ya que podrían cambiar sus poderes debido a la reforma de la curia que está acometiendo Francisco a petición de los cardenales antes de la celebración del cónclave.

Pietro Parolin agradeció ayer el nombramiento, encargo que le ha llegado como «una sorpresa de Dios», y expresó su «renovada voluntad y total disponibilidad» a colaborar con el santo padre por el bien de la Iglesia y el «progreso y la paz de la humanidad».

«Inmerecida confianza»

Según Radio Vaticano, Parolin agradeció al papa la «inmerecida confianza» que ha depositado en él al encargarle «una misión comprometida y exigente» frente a la cual sus «fuerzas son débiles y pobres» sus capacidades. Y reconoció que afronta el encargo «con ansiedad, pero también con fe y serenidad» y «dispuesto a caminar, edificar- construir y confesar», como pide el propio Francisco.

«Por ello me encomiendo al amor misericordioso del Señor, de quien nada ni nadie podrán separarnos nunca, y a la oración de todos. Agradezco a todos, desde ahora, por la comprensión y por la ayuda que, en cualquier manera, me querrán prestar en el desarrollo de mi nuevo encargo», añadió el nuncio, que destacó que trabajará por «el progreso y la paz de la humanidad, para que encuentre razones para vivir y esperar».

También tuvo un recuerdo para las personas que han formado parte de su vida en los diferentes cargos que ha ocupado, para el Papa Emérito Benedicto XVI, que lo ordenó obispo, y para su predecesor.

Monseñor Parolin es particularmente joven para el cargo de secretario de Estado, el más elevado de la curia romana, que lo convierte en una suerte de primer ministro del papa. Desde que en 1930 fue nombrado para el cargo a los 53 años el cardenal Eugenio Pacelli, futuro papa Pío XII, ninguno de los otros siete secretarios de Estado nombrados después era tan joven como ahora es él.