Arturo Álvarez advierte que sus luminarias «están hechas íntegramente a mano» y cada lámpara es «única». Para su realización mezcla maderas, plásticos, telas, vidrio y otros materiales, algunos propios de su empresa. Entre ellos destaca una especie de malla metálica con silicona, que permite muchas texturas, flexible y maleable, y genera una muy buena luminosidad, lo que favorece unos ambientes muy cálidos.
«Todo lo que él hace tiene una fuerte carga emocional», explica Patricia Martínez. El objetivo es hacer lámparas que buscan crear ambiente, bienestar, emociones de confortabilidad: «Él siempre decía una cosa cuando estábamos empezando: que esperaba que sus lámparas contribuyesen a aumentar el nivel de natalidad. Esto muestra su intención de crear ambientes acogedores, cálidos, que inviten a estar en casa o en el hotel. Por eso trabajamos con hoteles-boutique, que buscan recrear sensaciones de tranquilidad, bienestar, estancia confortable y placentera; nuestras lámparas ayudan a crear esas atmósferas y ambientes», agrega.
En abril, en colaboración con la Escola de Arte e Superior de Deseño Mestre Mateo de Santiago, Arturo Álvarez preparó su más reciente catálogo, casi 200 páginas donde muestra sus producciones más actuales e impactantes. Lo imprimió en papel de periódico «como un homenaje a la prensa escrita, y como soporte contemporáneo y atractivo, desde el punto de vista del diseño. Quedamos satisfechos de la imagen contemporánea, fresca y diferente que se ha conseguido», valora Patricia Martínez.
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